El chico de 13 años sospechado de matar a cuatro personas en Mendoza fue el autor de la masacre. Así lo determinó la Justicia penal local tras recibir las últimas pericias y resultados de ADN.
El 8 de diciembre pasado fueron asesinados Mónica Miguel (49), su hijo adoptivo Exequiel (10) y sus padres Alí Miguel (80) y Sara García (84) en su casa de Las Heras, Mendoza. Aparecieron apuñalados con dos cuchillos. En la vivienda también estaba el acusado, de 13 años, amigo de Exequiel.
En un principio, el joven dijo que un hombre encapuchado con una cicatriz ingresó a la vivienda de San Pedro al 1900 para robar, y luego arremetió con un arma blanca contra todos los habitantes de esa vivienda, menos él que logró ocultarse. La versión fue refutada y los investigadores especularon con un "pacto" asesino entre ambos chicos que salió mál.
Pero las últimas pericias confirmaron que el ADN de las víctimas apareció en las ropas del joven y sus pisadas fueron halladas en las manchas de sangre cercanas a los cuerpos.
Ahora se sabe que el adolescente acusado de la matanza habría escapado por el patio de la casa hacia el techo del vecino y luego saltado por el frente para ir a la casa de su abuela, quien lo habría ayudado a bañarse y a lavar su ropa ensangrentada, según el diario Clarín.
El joven dijo que los homicidios fueron "en defensa propia" y los investigadores siguen la teoría del presunto abuso sexual, pero aún no hay nada concreto. "Estamos ante la presencia de un ´Petiso Orejudo mendocino´, una persona que, a pesar de sus rasgos, ha sido capaz de cometer semejante horror", explicó uno de los investigadores al portal de noticias local MDZ.
Cabe destacar que, por ser menor de edad, el joven de 13 años no podría ser imputado por los cuatro crímenes.
