Crimen en Palermo: último adiós al ingeniero y un barrido de cámaras para dar con el autor
La viuda despidió a su pareja en el cementerio de San Fernando, con su bebé de dos meses en brazos. El miércoles pasado a la noche, la víctima recibió un puntazo en el pecho cuando fue a hacer “una meditación a la luna” en los bosques de Palermo, según contó Maricel. El hombre, de 42 años, pidió ayuda en una heladería, donde se desplomó y finalmente falleció. Los investigadores todavía no pudieron identificar al asesino. En base al análisis de cámaras y el testimonio de un testigo, creen que se trataría de un joven de 30 años que vestía un buzo rojo al momento del ataque.
Víctima. La viuda de Mariano Barbieri estuvo acompañada de su famiia y el bebé de la pareja de dos meses. El ingeniero fue acuchillado el miércoles pasado. |
captura de pantalla
Dolor, bronca, impotencia, resignación. Los restos de Mariano Barbieri (42), el ingeniero civil que el miércoles pasado fue asesinado en medio de un robo en el barrio porteño de Palermo, fueron inhumados en el cementerio de San Fernando, bajo una tenue llovizna.
El silencio y el luto acompañaron el cortejo fúnebre que encabezó la viuda, Maricel, llevando a su bebé de dos meses en brazos. Toda una imagen.
“No puede ser que una ciudad como Buenos Aires, con tantas cámaras, todavía no dé con la persona, queremos justicia”, se quejó la mujer horas antes, durante el velatorio que se realizó en la casa funeraria Lestrade.
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“Mariano era un loco lindo que le encantaba la vida, era tan bueno que pensaba que no había maldad, así que salió a Palermo a caminar. Fue a hacer una meditación a la luna y terminó apuñalado por un hijo de puta. No tenía nada, tenía un celular de mierda todo roto porque había ido en pantalón y remera”, recordó Maricel sobre el ataque que sufrió el miércoles 30 de agosto a las 22.45.
El viernes pasado, en medio del velatorio, familiares, amigos y allegados a la víctima salieron a la calle para un grito espontáneo de justicia.
“Queremos justicia”, pidieron. Carlos, el papá del ingeniero de 42 años, miró al cielo y su pedido conmovió a todos. “¡Viva Mariano! ¡Gracias Mariano por todo lo que diste! ¡Gracias por ser un ejemplo hijo, de lucha, de pasión, de sangre, de guerra!”, gritó, según consignó la agencia de noticias Télam.
Cómo sigue la causa. La investigación sumó en las últimas horas nuevos testimonios y datos que surgieron del análisis de varias cámaras de seguridad que funcionan en la zona, pero hasta el momento el delincuente que apuñaló al ingeniero continúa prófugo.
Lo que se sabe es que el asesino actuó solo, que no es una persona en situación de calle y que al momento del ataque vestía un buzo rojo, jeans y zapatillas. Se estima, además, que tendría unos 30 años.
De acuerdo a los voceros, el barrido que están realizando los investigadores apunta a establecer el recorrido que hizo el autor antes y después del ataque.
Además del trabajo con los videos, los pesquisas obtuvieron en las últimas horas un testimonio clave: el del hombre que estaba paseando al perro y fue testigo del asesinato.
Entre otras cosas, recordó que vio un forcejeo, marcó el camino que supuestamente tomó el agresor luego del ataque y describió al homicida.
“Lo que se tiene es una imagen coincidente con el primer llamado al 911 y que muestra a una persona huyendo del lugar que sería el autor del hecho”, apuntó a este diario una fuente que interviene en la investigación.
“Se está trabajando para identificar el sentido de fuga y llegar a la identificación del sospechoso”, amplió el mismo vocero consultado.
En las últimas horas se conoció que el cuchillo Tramontina que fue hallado a metros del lugar donde Barbieri fue herido mortalmente tenía manchas de sangre. Lo que resta determinar es si efectivamente eran de la víctima, lo que recién se sabrá con un estudio comparativo de ADN.
La operación de autopsia, que se conoció este viernes, reveló que el cuerpo del ingeniero presentaba una sola herida en el pecho, realizada con un arma blanca que bien podría ser ese cuchillo.
Según el informe forense, Barbieri murió de una sola puñalada que ingresó entre seis y siete centímetros en el tórax y le afectó el corazón.
El deceso –de acuerdo al informe– se produjo por un paro cardiorrespiratorio producto de una “hemorragia interna” provocada por una “lesión de arma blanca en el tórax”, que afectó “la pleura, el pericardio y la aurícula derecha del corazón”.
El miércoles a las 22.45 Barbieri llegó caminando hasta la heladería Cremolatti situada en la esquina de Del Libertador y Lafinur. Ya lo habían apuñalado.
El ingeniero llegó a contar que en el parque Tres de Febrero un delincuente lo apuñaló y le robó el teléfono celular. “No me quiero morir”, les dijo a los empleados y clientes que se encontraban en el lugar.
La víctima tenía 42 años, un bebé de dos meses y estaba viviendo en la casa de un amigo en el barrio de Palermo, cerca de donde fue atacado.
Inseguridad sin freno
Otros dos episodios de inseguridad reavivaron la bronca de la gente: dos hombres fueron baleados en distintos robos ocurridos en Cañuelas y La Matanza.
Este viernes, en una estancia de la calle Héroes de Malvinas al 1900, en el partido de Cañuelas, el casero, de 20 años, fue baleado en las costillas, luego de ser maniatado y golpeado por delincuentes que ingresaron a robar.
Según fuentes policiales, la víctima fue trasladada de urgencia a un hospital cercano, donde al cierre de la presente edición permanecía internada fuera de peligro.
Casi a la misma hora, pero en La Tablada, partido de La Matanza, un hombre resultó herido de un disparo en el estómago al resistirse a un robo en la puerta de su casa.
El caso ocurrió en Alicia Moreau de Justo entre Irigoyen y Charlon.
