Pasadas las tres de la madrugada de este sábado, cuatro detenidos se fugaron de la Comisaría vecinal 7C, ubicada en el barrio porteño de Flores. Los sujetos habían sido detenidos hace un tiempo por hurto, robo y tenencia de arma de guerra.
"Escuché ruidos en el techo", le dijo uno de los vecinos a los oficiales del destacamento ubicado en Gaona al 2700, alertándolos y levantando las sospechas del plan de fuga llevado a cabo por los delincuentes. Minutos después, los agentes pudieron confirmar que los sonidos correspondían a las pisadas de los hombres sobre un techo de chapa.
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Según indicó Clarín, los policías del lugar se percataron del hecho mientras realizaban una vigilancia nocturna en la zona de los calabozos. En concreto, el objetivo era verificar que los 17 detenidos estuvieran en sus celdas. Sin embargo, el sargento de turno los contabilizó y solo había 13.
Rápidamente, el oficial dio aviso a sus superiores de la ausencia y fuga de los delincuentes. A su vez, los mismos ya habían sido alertados por los vecinos que escucharon ruidos sospechosos sobre sus casas.
En este contexto, las autoridades identificaron a los faltantes, cuatro hombres de 18, 23, 32 y 34 años, e iniciaron un operativo de búsqueda por la zona. Unas 15 horas después de la huida, los prófugos aún no han sido encontrados.
Cabe mencionar que los detenidos que escaparon se encontraban en cuatro celdas diferentes, y, aunque compartían el lugar con otros presos, estos no escaparon.
Según precisó Clarín, en la primera celda, calabozo N°6, junto a otras tres personas estaba un sujeto identificado como V. Pana, quien habría sacado la mano a través de una reja de la ventanilla, logrando así abrir el pasador que se encontraba sin seguro.
Una vez fuera de su celda, este escapó al patio interno de la comisaria, para luego abrir la reja de otra celda y liberar a su compañero Ferreira. Posteriormente, ambos liberaron a Guerreo y Silveira. Como se mencionó todos tenían al menos dos o tres compañeros, pero ninguno quiso escapar.
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Posteriormente, los cuatro treparon por la reja del patio interno y rompieron otro enrejado, logrando salir del lugar. Luego siguieron su camino por el techo de rejas sobre el sector de calabozos y continuaron por un pasillo interno ubicado en el entrepiso del destacamento hasta que llegaron a una terraza vecina con techo de chapa.
Una vez allí, fue cuando sus ruidos levantaron las sospechas del vecino. Aunque, ya en la calle, los cuatro hombres tomaron diferentes direcciones y aún no han podido ser recapturados.
AS. / ds
