"Estoy tranquilo, con mi familia, estoy con seguridad adónde voy. Tengo mucha seguridad, en mi casa, en la carnicería en casa de mi papa pero esa misma seguridad hay que tenerla con un montón de gente que la anda precisando por todos lados", señaló el hombre de 37 años.
Oyarzún -excarcelado el viernes tras pasar dos días detenidos por la muerte del asaltante- señaló que "necesitamos más seguridad en Zárate, en Garín que hay un montón de problemas, hay que brindarle eso".
"Hay que cuidar a todos, poniendo un granito entre todos tenemos que estar bien cuidados", añadió el carnicero en diálogo con América TV. "La gente para tener seguridad tiene que pedir ayuda", sostuvo, y pidió que la policía "siga viniendo a asistir en seguridad para que todos vivamos en paz y tranquilos".
"Hay que cuidar a todos, poniendo un granito entre todos tenemos que estar bien cuidados", añadió el carnicero en diálogo con América TV. "La gente para tener seguridad tiene que pedir ayuda", sostuvo, y pidió que la policía "siga viniendo a asistir en seguridad para que todos vivamos en paz y tranquilos".
Oyarzún también opinó sobre el incidente que vivió, que terminó con la muerte de uno de los ladrones al que atropelló con su auto. Según su versión, los frenos fallaron cuando lo perseguía para recuperar el dinero sustraído. "Esto pasa porque no tenemos seguridad; hay que pedir seguridad", reflexionó. Y consideró que ahora tiene "que seguir adelante por mi familia".
"A mí la gente me quiere muchísimo, por eso tuve tanto apoyo y voy a estar eternamente agradecido. Yo soy libre, fui libre y tengo que ser libre, expresarme como soy no tengo que esconder nada".
Cuando le consultaron sobre si la gente debía defenderse ante los ataques violentos, indicó: "No sé. Son momentos que le pasa por la cabeza a cada uno, no sé". "Hoy hay que asegurarse, poner más seguridad", advirtió e insistió con que "hay que tener seguridad para que no pase nada".
La justicia abrió una segunda investigación en torno a la situación de Oyarzún luego de que ayer se hallaran cuatro casquillos de bala en la vereda de su carnicería, en la esquina de Echeverría y Suipacha.
Oyarzún fue asaltado por dos jóvenes el martes que le quitaron el dinero de la caja registradora y escaparon en moto tras dispararle dos veces. El carnicero se subió a su automóvil y comenzó a perseguirlos hasta que a cuatro cuadras de su local embistió a la moto, donde el joven que la manejaba quedó atrapado entre el vehículo y un semáforo, donde fue atacado a golpes por vecinos que pretendían vengar el robo. Brian González, el asaltante atrapado en la moto, fue trasladado al hospital Virgen del Carmen pero falleció, tras lo cual el carnicero fue encarcelado y liberado dos días después.
