Nicole Alma Chamorro es la única persona que permanece detenida en el marco de la causa que investiga el brutal asesinato del empresario Fernando Pérez Algaba (41), cuyos restos descuartizados fueron hallados hace una semana en un arroyo de la localidad de Ingeniero Budge, en el partido de Lomas de Zamora, ocultos en bolsas de residuos y en una valija roja.
La mujer trans, que vivía en situación de calle y fue señalada por su propia familia como la dueña de esa maleta, permanece detenida en la Alcaidía Departamental Roberto Pettinato de la ciudad de La Plata. Está acusada por el delito de “homicidio” y en los próximos días dará su versión de los hechos.
Según adelantó a PERFIL su abogado defensor, Marcelo Ponce, ya presentó el pedido para la declaración indagatoria ante el fiscal de instrucción penal, Marcelo Domínguez. “Ella –por Chamorro– todavía no declaró. Pensamos que será citada entre el lunes o martes”, añadió el letrado.
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“La figura que se le endilga es homicidio, pero la única vinculación es el tema de la valija, aunque ella nunca tuvo acceso”, aseguró.
Chamorro fue arrestada esta semana siguiendo la pista de la valija roja, ya que en su interior los investigadores hallaron cuatro DNI. Los documentos pertenecían a distintos familiares de la mujer, y habrían sido ellos quienes aparentemente dijeron que Chamorro era la dueña de la maleta.
Los restos de Pérez Algaba (41), apodado “Lechuga”, fueron encontrados entre el domingo 23 y el lunes 24 de julio en un arroyo de Ingeniero Budge. De acuerdo a las fuentes, su identificación fue posible a partir de los distintos tatuajes que tenía en el cuerpo.
La principal pista que manejan los investigadores apunta a un móvil económico, aunque nadie descarta otras motivaciones. La víctima, que hacía negocios con criptomonedas y durante muchos años se dedicó a la compra y venta de autos, había sido amenazado por deudas de dinero.
Entre las personas señaladas sobresalen dos sujetos vinculados a la barra de Boca Juniors, quienes en los últimos días se presentaron espontáneamente ante la fiscalía interviniente y negaron cualquier vinculación con el homicidio.
Por lo pronto, los detectives buscan reconstruir los movimientos del empresario antes de desaparecer. Lo que se sabe es que fue visto con vida por última vez el martes 18 de julio pasado.
Pérez Algaba estaba viviendo en Barcelona pero había regresado a la Argentina para, presuntamente, realizar distintas inversiones inmobiliarias. De hecho, su hermano Rodolfo, socio en una de sus empresas, aseguró que para él lo siguieron cuando fue a buscar una suma de dinero. “Lo mataron por plata”, entendió bajándoles el tono a las versiones que apuntan a un crimen mafioso o un ajuste de cuentas por las presuntas deudas económicas que tenía.
