El martes 12 a las 15.15 Morena Daiana Gastañaga (13) respondió su último mensaje de WhatsApp. A esa hora su teléfono celular se apagó y solo volvió a encenderse unos minutos en la madrugada del miércoles. Cuando su mamá regresó a su casa de José Hernández, partido de La Plata, no la encontró y comenzó a preocuparse. Ya pasaron cerca de 48 horas y nadie sabe dónde está.
Morena no era de salir mucho. Su ropa y la mochila que siempre llevaba estaban en su habitación. Solo faltaban 1.500 pesos. Enseguida, Mariana Portal, la mamá, comenzó a indagar en su círculo más cercano. Le preguntó a los compañeros de la secundaria si sabían algo de su hija, pero no obtuvo noticias: nadie había estado en contacto con ella el día de su desaparición.
Con el correr de las horas comenzó a desesperarse. El celular de Morena aparecía sin conexión: se había apagado apenas envió el último chat. Además, no había motivos como para pensar que la adolescente pudiera ausentarse de su casa por voluntad propia. Su familia asegura que no hubo un episodio de violencia de previa ni una discusión. Nada de nada.
Morena vive en las calles 136 y 511, donde esta mañana la Policía de Buenos Aires montó un operativo de búsqueda con perros rastreadores ante la sospecha de que pudiera encontrarse cerca, pero no obtuvieron indicios certeros.
Su familia está convencida que Morena no se fue de su casa por decisión propia. "Estamos desesperados, ella no salía sola a ningún lado. No es alguien que sale a cumpleaños o siquiera a hacer compras sola. Siempre va acompañada o pide que la lleven. Por eso es que todo esto nos asombra y preocupa mucho", dijo su tía Melina, en declaraciones al sitio 0221.com.ar.
Las últimas pistas que siguen los investigadores del caso están relacionadas con la actividad de una tarjeta SUBE que estaría a su nombre. A las 15.15 del martes el plástico registró un ingreso a la estación de trenes de Gonnet, a las 16.44 volvió a usarse en Plaza Constitución, ya en la ciudad de Buenos Aires, y las 23.17 del mismo día se activó por última vez en la zona de Liniers, en un colectivo de la Línea 174.
Poco después, una antena de telefonía del partido de La Matanza detectó actividad en su celular. Se encendió unos minutos, pero enseguida volvió a apagarse. Pese a los movimientos, los pesquisas no descartan que otra persona pueda haber utilizado la SUBE y prendido su teléfono.
De hecho, su familia desconfía de esta línea de investigación porque aseguran que Morena no salía sola ni tomaba micros. Por eso están tan desesperados.
LN