Un expolicía y un exencargado de un consorcio fueron detenidos tras declarar en el juicio que tiene como víctima a una joven de 27 años asesinada hace ocho años. El imputado es su expareja y miembro de la fuerza de seguridad de Salta. A ambos los acusan de posible falso testimonio. Habían sido ofrecidos por la defensa.
Cintia Vanesa Fernández fue encontrada sin vida y con una bolsa en la cabeza en mayo de 2011 en su departamento. Su mamá fue uno de los primeros familiares en llegar a la escena del crimen. Más tarde aparecería allí Federico Condorí, expolicía y expareja de la joven, se habían separado hacía pocos días.
El martes 28 de mayo sorprendió por dos detenciones tras declarar en el juicio. El primer testigo fue un expolicía que había sido compañero de trabajo del acusado tanto en la División Homicidios como en la División de Trata de Personas de la Policía de la Provincia. Calixto Mamani era suboficial y fue convocado como testigo por la defensa.
Mamaní contó sobre las tareas investigativas y periciales que habría realizado en la causa. Del interrogatorio al que fue sometido y ante las inconsistencias detectadas en su deposición, el fiscal Ramiro Ramos Ossorio solicitó al Tribunal que "se verifique en las actuaciones si existía alguna manda judicial o acta que avalara su testimonio". En caso de no existir, pidió que se produzca su detención, informaron desde el Ministerio Público Fiscal de Salta.
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El Tribunal corroboró que el testigo Mamani “no figura en ninguna de las actas” y los magistrados decidieron su inmediata detención y que sea investigado por el delito de falso testimonio.
El otro detenido fue el encargado del consorcio en donde vivía Cintia. José Antonio Ormeño al iniciar su declaración, le dijo al Tribunal que quería aportar datos que “había omitido en sus anteriores declaraciones” y que “había recordado ahora”. En este nuevo relato destacó que el 3 de mayo de 2011 recibió el llamado de la mamá de Cintia tras haber encontrado el cuerpo de su hija y que cuando llegó, ya se encontraba personal policial. Detalló que intentó consolar a Ana, que le brindó agua e incluso un café. Además del suicidio como móvil, en el comienzo de la causa la policía apuntó a la madre de la víctima, se cree que para desviar el foco de la investigación.
Pero al ser interrogado, no pudo conciliar su actual relato con lo declarado en la investigación y ante las evidentes contradicciones el fiscal solicitó su detención. El tribunal dio lugar al pedido.
No fueron los únicos. En la tercera jornada de audiencias la comisaria Jimena Antonia Núñez de la Policía de la provincia de Salta fue detenida por haber incurrido en contradicciones al momento de declarar como testigo del hecho. Para el fiscal intentó favorecer al imputado. Para el Tribunal de Juicio, violó el artículo 275 del Código Penal, que contempla penas de hasta diez años de prisión para el testigo que afirmare una falsedad, negare o callare la verdad.
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La oficial había sido la encargada de redactar el sumario cuando llegó al departamento de la víctima. Para el fiscal, entró en contradicciones y quiso favorecer a Condorí, quien hasta un año antes del crimen había sido su subalterno en la Brigada de Investigaciones. Según declaró cuando la jefa llegó le dijeron que “había una persona sin vida con una bolsa en la cabeza, y que se había suicidado".
El único acusado habló en la primera audiencia y dijo ser inocente. No estar relacionado con la muerte de la joven. Los abogados defensores sostienen que no hay pruebas concretas para incriminarlo. Los alegatos comenzarán el 6 de junio y luego será el veredicto.
