Llegaron a realizar 150 llamados extorsivos en una noche. Se estima que en el curso de un mes intentaron concretar cerca de 4 mil secuestros virtuales. Para los investigadores del caso se trataría de una organización con una logística sorprendente que planeaba montar un call center para ampliar su industria criminal. La periodista y biógrafa de Cristina Kirchner, Sandra Russo, sería una de las víctimas de la denominada “banda de la llorona”.
Según fuentes policiales consultadas por PERFIL, seis de sus presuntos integrantes, todos ellos de la comunidad gitana, fueron detenidos en las últimas horas durante una serie de allanamientos realizados por la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Fernando. Los voceros señalaron que otros dos supuestos miembros se encuentran prófugos.
En total se realizaron doce allanamientos en los barrios porteños de Villa Devoto, Palermo, Belgrano Recoleta y Floresta. También hubo procedimientos en la ciudad de Mar del Plata.
Industria criminal. La cantidad de dinero que juntaron en los últimos meses es difícil de cuantificar, aunque los investigadores aseguran que se calcula en millones. La variedad de autos de alta gama secuestrados en los operativos refleja el poder adquisitivo de esta banda que compraba coches con el dinero que obtenía de los rescates por los presuntos secuestros virtuales que realizaba.
Los voceros destacaron que entre los 35 vehículos de lujo que tenían figuran VW Sirocco, BMW 335 i y 335 i Sport Bi Turbo, Fiat 500 Cabriolet, Smart y Dodge Journey, entre otros.
También se incautaron de una importante suma de dinero en pesos y en dólares, relojes Rolex y Jean Cartier y otras joyas, supuestamente producto de decenas de ataques realizados al menos desde principio de año.
El jefe de la Policía Bonaerense, comisario general Hugo Matzkin, aseguró que la organización reinvertía el dinero obtenido por el cobro de los rescates en la compra de autos. Según pudo saber PERFIL, la banda planeaba ampliar el negocio. “Estaban capacitando a otros miembros del clan familiar”, aseguró un vocero con acceso a la investigación.
Las fuentes destacaron que hubo un riguroso trabajo tecnológico durante cinco meses, que incluyó entrecruzamientos de llamadas y escuchas telefónicas. Así pudieron establecer el radio de acción e identificar a los principales miembros de la organización.
La sospecha que indica que podría tratarse de la banda que engañó a la panelista de 6,7,8 Sandra Russo, quien en la madrugada del 2 de julio pasado pagó un rescate de 50 mil dólares por el secuestro ficticio de su hija, surgió a partir del análisis de las líneas telefónicas. “Ese día la organización operó en la zona de Palermo, donde precisamente se produjo el caso de la periodista Sandra Russo”, destacó a este diario la misma fuente, quien resaltó que la pista que apunta a esta organización criminal “es muy firme”.
El presunto líder de la banda de secuestradores virtuales sería un hombre apodado “Milanco”. Entre los detenidos se destaca la figura de una joven apodada “la Japonesa”, que cumplía el rol de “llorona”, una persona que mediante gritos y llantos simulaba ser la víctima. “Mile”, otra chica que cumplía el mismo papel, se encuentra prófuga al igual que alias “Ianco”, negociador y cobrador de la organización criminal.
Según el fiscal del Area Criminal de San Fernando, Alejandro Musso, los seis detenidos quedaron imputados de los delitos de “asociación ilícita en concurso real con estafas reiteradas”.
Un rescate de US$ 50 mil
“Yo entregué 50 mil dólares, que eran de la sucesión del papá de mi hija, que falleció hace tiempo, y ése era el dinero de mi hija realmente, pagó ella su propio rescate. Uno quiere entregar lo que tiene, lo que no tiene, lo que se imagina, entrás en un grado de terror y de anestesia de la inteligencia”. De esta manera la periodista Sandra Russo detalló el secuestro virtual que sufrió a principios de julio.
Durante la madrugada del 2 de julio, recibió una llamada. Al atender pudo escuchar a su supuesta hija llorar pidiendo auxilio. Un hombre le dijo que tenía cautiva a la joven y que, si no pagaba el rescate, terminaría muerta. La panelista de 6,7,8 intentó comunicarse con la joven, pero no tuvo respuesta. “Lo que escuchás cuando te despertás no es la voz de un tipo diciendo ‘tengo a tu hija’, lo que escuchás es la voz de una chica gritando que la van a matar y ahí se mueren las palabras”, contó en su programa radial. Russo dejó el dinero en un locutorio y más tarde se enteró de que todo era un engaño.