Según reveló el abogado denunciante, el portero Alberto Ponce se habría adjudicado el crimen de su mujer, Susana Leiva -que fue hallada en un pozo ciego de su casa en Temperley-, ante los policías que lo detuvieron ayer a la tarde en Constitución.
Así lo contó hoy el letrado Jorge Monastersky, que representa a las hermanas Leiva, y precisó que en "un acta policial" consta que el presunto homicida habría dicho a los uniformados que "no quería que las cosas lleguen adonde habían llegado". De esa forma, Ponce se habría hecho responsable de manera "implícita" del asesinato de la empleada doméstica.
El abogado anticipó que "esta tarde se hará la autopsia" del cadáver de la mujer de 38 años y agregó que "mañana Ponce será indagado en la fiscalía", en los tribunales del partido bonaerense de Lomas de Zamora.
Conducta imitativa. Monastersky también precisó que los primeros estudios médicos sobre Ponce mostrarían que "hay lesiones en las manos que aparentemente serían maniobras de defensa de la víctima", lo que sería una prueba similar a la que recae sobre Jorge Mangeri en la investigación del asesinato de Ángeles Rawson.
Además, el abogado precisó que a Ponce "se le secuestró una pequeña cantidad de cocaína" al momento de la detención, ayer, mientras deambulaba por las calles de Constitución, donde fue detenido.
El cadáver de Leiva, empleada doméstica y madre de un niño de año y medio con Ponce, además de otro de 10 años de una relación anterior, fue encontrado ayer en el pozo ciego de la casa en que vivía la pareja, en la calle Blanco Encalada 245, de Temperley.
Fuentes policiales confirmaron a la agencia DyN que la víctima presentaba signos de ahorcamiento, pero se estaba intentado determinar si el homicidio fue concretado en la misma mañana del viernes pasado cuando Susana, supuestamente, se había ido a trabajar sin dejar rastro.
La hermana de la víctima, Angelina Leiva, expresó sus sospechas sobre su cuñado, ya que no fue encontrado por los policías en la casa familiar, ni en otros sitios que solía frecuentar. En los últimos días, Ponce, encargado de edificio, había dado entrevistas contando la desaparición de su esposa.
Celos. Mientras tanto, la madre de Ponce se mostró sorprendida por el desenlace del caso, aunque reconoció que su hijo "era extremadamente celoso".
"Cuando ella (Leiva) desapareció, lo que pensé es que la habían raptado", expresó la mujer, quien añadió que "nunca" imaginó lo sucedido. "Nunca imaginé esto, jamás. Yo hasta pensé en la ex pareja de ella", agregó la madre del acusado.
La madre del acusado contó que su hijo no se llevaba bien con el hijo de 10 años de su pareja, fruto de una relación anterior, y reveló además que unos días antes de la desaparición de Leiva entre ellos había habido una discusión por el trato que tenían con el bebé de 18 meses de ambos. "Discutieron un poco, yo no se si fue eso lo que desencadenó tanta desgracia", expresó.
Y añadió: "Él mucho no lo quería al hijo de ella, no lo trataba mal, nunca lo trató mal que yo sepa, pero no aceptaba muchas cosas del nene, que tiene un pequeño problemita de maduración y esas cosas".
Consultada sobre qué le diría a la familia de Leiva, la mujer expresó: "Deben saber muy bien que no tengo absolutamente nada que ver con esto, que me duele tanto como a ellos, me pongo en el lugar de ellos y no sé, si pudiera hacer algo..."
"Cuando me dijeron que Susana estaba en ese pozo -recordó- no lo podía creer y si era así pensé que ella misma se sintió mal y se fue y se tiro ahí para matarse, nunca pensé que mi hijo iba a hacer eso, jamás".
Finalmente, recordó que el día de la desaparición de Leiva el hijo mayor de ésta le dijo durante una charla "ojalá que la encuentren y que no la encuentren muerta".
La mujer dijo que no se explica cómo no escuchó nada de lo sucedido, teniendo en cuenta que su casa queda en el mismo terreno que la de su hijo y contó que el pozo donde fue hallado el cuerpo estaba "como desmoronado, con dos agujeros", motivo por el cual ella misma lo había tapado con una chapa para evitar que alguno de los niños sufriera un accidente.