El ex jefe de la Policía de Santa Fe, Hugo Tognoli, quedó oficialmente contra las cuerdas. Fue procesado en la causa que investiga su presunta vinculación con un jefe narco, y continuará detenido.
La decisión fue tomada por el juez federal Nº 3 de Rosario, Carlos Vera Barros, quien entendió que Tognoli le facilitó datos y claves de seguridad a Carlos Ascaíni, un hombre con antecedentes por narcotráfico que tenía pedido de captura activo.
Según el fallo judicial, Tognoli y Ascaíni continuarán detenidos durante la investigación. Para Vera Barros, ambos conformaban una “banda dedicada al tráfico de estupefacientes”.
En el caso del ex jefe de Policía de Santa Fe, el delito está agravado por su condición de funcionario policial, de modo que le podría recaer una pena de entre cinco y diez años de prisión.
La acusación sobre Tognoli es la de haber otorgado las claves que le entregaba el Registro Nacional de la Propiedad Automotor para realizar todo tipo de investigaciones legales y requerir informes a favor de la actividad ilegal desplegada por Ascaíni.
“No nos sorprende el fallo, siempre denunciamos una mano negra y hoy –por ayer– se materializó; estamos preparando un escrito para apelar a la Cámara”, dijo Paul Krupnick, el abogado de Ascaíni tras conocer la resolución del juez Vera Barros, según publicó la agencia DyN.
Tognoli fue detenido por segunda vez el 7 de marzo pasado, luego de negarse a declarar ante el juez Vera Barros, quien en noviembre de 2012 le había dictado falta de mérito en la misma causa.
El ex jefe de la policía santafesina había sido acusado por el fiscal federal 2 de Rosario, Juan Patricio Murray, de formar una “empresa criminal conjunta” con otros dos policías santafesinos –también procesados en la causa– y el presunto narcotraficante Ascaíni, quien fue detenido el último 9 de marzo.
Según el representante del Ministerio Público Fiscal, el comisario Néstor “Beto” Fernández y el cabo Carlos Quintana facilitaron información a Ascaíni para que pudiera eludir un allanamiento de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en su vivienda de la localidad santafesina de Villa Cañás.
Fernández era al momento de los hechos, en 2009, el jefe de la brigada de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones de la localidad de Venado Tuerto, y Quintana se desempeñaba en la seccional de Villa Cañás.
De acuerdo con la acusación, Ascaíni llamó a esa comisaría para preguntar a quién pertenecían dos vehículos que lo seguían, llamado que fue recibido por Quintana. Según el expediente, el cabo avisó a Ascaíni que los vehículos pertenecían a la PSA, tras una averiguación que se hizo mediante una clave de acceso al Registro Nacional de Propiedad Automotor a nombre del comisario Fernández, lo que le permitió eludir un allanamiento de la fuerza federal.
El fiscal Murray considera además que Tognoli, en ese entonces jefe provincial de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones, no verificó que un subordinado suyo empleara una clave con un fin que no era el debido.
