Sergio Orlando Leiva Pérez cobró notoriedad pública en el año 2004, durante una de las peores temporadas de secuestros extorsivos en el país. Conocido por el apodo de “Negro Sombra”, fue condenado en 2007 a la pena de 15 años de prisión por el secuestro del padre del Corcho Rodríguez, ocurrido en diciembre de 2003.
En su prontuario figura una condena a 21 años de prisión por dos homicidios ocurridos en 2002, y otra sentencia a 23 años por el secuestro de Mirta Fernández, una mujer que en el año 2003 fue secuestrada, violada y sometida a torturas.
Leiva siempre se declaró inocente. En el juicio dijo que lo confundieron por su apodo. “Esta y otras causas me las abrieron porque me sindican como ‘el Negro Sombra’. En la villa, ‘Sombra’ hay muchos y yo nunca fui de la (villa) San Pablo (como el famoso ‘Negro Sombra’). Soy de Los Polvorines y me decían ‘Oma’”, dijo en el juicio.
Con el secuestro de Rebagliati en curso, más de uno recordó el accionar de su banda y se preguntó por su paradero. Desde diciembre de 2004, Leiva está alojado en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz. Allí también está uno de sus secuaces, Horacio “Lala” López, también condenado por el secuestro del padre de Corcho Rodríguez.
Daniel Fabbra Señorans, el hombre que confesó haber cuidado a Rodríguez en su lugar de cautiverio, recuperó su libertad en 2010, luego de cumplir parte de su condena a ocho años de prisión.
Entre los secuestradores más pesados que recuperaron su libertad en los últimos años y que estuvieron vinculados a los casos más resonantes, figura Claudio Orosman Castaño Penoff, uno de los condenados por el rapto de Patricia Nine, la hija del dueño de un shopping de Moreno que en 2004 estuvo 25 días secuestrada.
Según fuentes policiales que trabajan en la investigación del secuestro del empresario Rebagliati, la organización comenzó a operar a principios de este año. Lo que sospechan es que tendría relación con el rapto de otro empresario en la zona, que fue liberado sin llegar a concretar el pago de un rescate.