Sergio Terrón, el fiscal que investiga el femicidio de Úrsula Bahillo informó este viernes 12 de febrero que el policía bonaerense imputado, Matías Martínez, se mostró "frío” y "apático" al negarse declarar en la causa, y consideró que deben crearse “medidas más potentes” para luchar contra los femicidios. Ante esta situación, aseguró que dejará "hasta la última gota de sudor" para lograr una condena a reclusión perpetua.
En cuanto a la indagatoria de este viernes a la mañana en la fiscalía de Chacabuco, el fiscal detalló que Martínez “solo saludó, dijo ‘buenos días’ y que no iba a declarar”, tras reunirse con su defensor oficial. “No soy psicólogo, pero de tantos años de trabajar en esto, este tipo de personalidades suelen ser muy frías y tienen la esfera afectiva bloqueada. No se expresan y cuando lo hacen, lo hacen con conductas disruptivas llegando inclusive a matar, como en este caso”, declaró Terrón.
Por su parte, el titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Junín comunicó que el femicida será alojado en la “Unidad 49” de esa ciudad, que en la actualidad funciona como Alcaidía para procesados.
Mientras tanto, Terrón explicó que tiene un plazo de 15 días (de los que le quedan 13) para pedir la prisión preventiva de Martínez y en caso de necesitar una prórroga, podrá pedir otros 15 al juzgado de garantías para reunir “el cuadro probatorio”. En este lapso, Martínez permanecerá detenido, dado que "los peligros procesales son inminentes ante la pena en expectativa, que es reclusión o prisión perpetua".
En declaraciones con la prensa, el fiscal sostuvo que las medidas actuales para prevenir los femicidios "son insuficientes" y que "se deberán diseñar en un futuro herramientas más potentes y eficaces". Con respecto a la acción del Estado ante el caso de Úrsula, Terrón respondió: “Evidentemente funcionó mal porque si llegamos a este resultado, no podemos defender nada. Con lo que teníamos no alcanzó”.
En ese sentido, aseguró que “faltan más herramientas” porque “si no, no habría tantos femicidios” y pidió cambios legislativos. “La única verdad es la realidad. Si vemos para atrás todos los femicidios que hubo, evidentemente tenemos que concluir que todos los perímetros y botones antipánico no sirven, que son medidas simbólicas, medidas que quedan a criterio de la persona a la que se le imponen si quiere cumplir o no, deliberado a su voluntad”, aseveró.
Sobre este aspecto, solicitó que “los legisladores deberán instrumentar otras herramientas más potentes y eficaces para poder evitar este tipo de hechos” y en ese punto mencionó las “tobilleras” de monitoreo o incluso “modificar el Código Penal”.
"Me pongo en la piel de la mamá, quien me refirió que estuvo diez años buscando este embarazo de Úrsula, es su única hija y viene una persona y le destruye el bien más preciado, que es su hija, le destruye la vida, la posibilidad de tener nietos, de ser cuidada por su hija en el futuro...el daño además de ser irreparable es inconmensurable", lamentó. Por lo tanto, Terrón aseguró que dejará "hasta la última gota de sudor" para lograr que este caso finalice con una condena a reclusión perpetua.
Sobre la causa que se inició el 9 de enero y le tocó intervenir, Terrón aclaró: “Acá no hubo tiempo porque se inició en enero (...) Inmediatamente pusimos el perímetro y estábamos esperando recibir el testimonio de ella para ampliar esa denuncia, fortalecerla y tratar de traerlo a él en calidad de procesado, pero hay que tener pruebas”.
Además, agregó que el asesino habría explicado que más allá de las denuncias y causas abiertas en su contra, “no tenía ninguna sentencia condenatoria” y justificó que “la sola denuncia no basta para detener a nadie” porque “hay que hacer un recorrido, tramitar un proceso, juntar la prueba y luego probar esa causa”.
Consultado sobre cómo se produjo el encuentro entre Úrsula y el asesino el día del femicidio, Terrón manifestó que ese instante “no fue captado por las cámaras”, aunque sí se la pudo ver a “ella en las proximidades de un comercio ingresando a un kiosko" y a Martínez bajar de su auto “en una estación de servicio” y luego “subir con algunas bebidas gaseosas y cervezas”.
Por último, el fiscal se encuentra a la espera de los resultados de los peritajes telefónicos de los celulares de Úrsula y Martínez, que le permitirán conocer los movimientos y comunicaciones que mantuvo cada uno antes del hecho.
CFT CP