Con el crimen de Susana Melo en Bahía Blanca comenzaba la triste lista de las muertas de la otra pandemia, la que está vinculada con la violencia de género más extrema. En los casi cien días de cuarentena por el coronavirus, se registraron más de 70 femicidios.
Desde el 20 de marzo hasta este 25 de junio, fueron asesinadas 75 mujeres como víctimas de violencia de género, según el último reporte de la ONG La Casa del Encuentro. El crimen de Susana Melo fue el primero que se registró desde que se decretó la cuarentena obligatoria. La víctima fue encontrada en un camino rural de la localidad portuaria de Ingeniero White, en el partido de Bahía Blanca. La mujer había sido golpeada y por el femicidio detuvieron a su ex pareja.
El primer padrón público de femicidios
En marzo también fueron asesinadas Cristina Iglesia y su pequeña hija Ada. Ambas fueron encontradas enterradas en el fondo de su casa en Lanús. El mismo día que se conocía este doble homicidio, hallaban el cuerpo de Claudia Repetto en Mar del Plata. La policía llevaba casi un mes buscándola.
El 31 de marzo, María Florencia Santa Cruz (30) fue hallada ahorcada en una calle de la localidad bonaerense de Tigre. La autopsia descartó el suicidio y estableció que fue violada y estrangulada. Hay un detenido.
"La violencia extrema hacia las mujeres necesita de la elaboración urgente de una 'vacuna' que proteja de forma efectiva a quienes se encuentran inmersas en situaciones de violencia que ponen en peligro sus vidas tanto en confinamiento como fuera de él", analizaron desde la asociación.
Desde la Ong alertan que la casa es el lugar más inseguro para la mujer que sufre violencia de género. Ya que el 71% de los femicidios se cometieron en la casa de la víctima. "El aislamiento protege del virus, pero aísla peligrosamente a las mujeres que conviven con la violencia", afirmaron desde La Casa del Encuentro.
Romina Videla (37) fue atacada en su casa de La Plata. La prendieron fuego y luego de agonizar seis días con el 80 por ciento del cuerpo quemado, falleció. Su marido fue detenido por el femicidio.
“Entre las adultas mayores que están en un vínculo de violencia existe un grado extremo de vulnerabilidad y una naturalización del maltrato. Tienen arraigada la cultura, de otra época, que indicaba que la mujer debe estar en un lugar de sumisión. De hecho, es muy difícil que se animen a visibilizar, incluida su familia, la situación por la que están atravesando. Y en este periodo de aislamiento obligatorio el silencio, que tienen incorporado, les impide pedir ayuda”, explica Rico presidenta de la ONG.
En general, la victima conocía a su agresor. Es que en el 65% de los casos, el femicida es la pareja o la ex pareja de la mujer asesinada. Como en el caso de Cristina Cattáneo, uno de los últimos femicidios que se registraron. El cuerpo de la mujer presentaba golpes y un corte en el cuello. Fue detenida su pareja.
Simuladores. Los acusados de cometer el femicidio antes de ser detenidos también intentan mostrarse como víctimas ante los investigadores. El ex novio de Camila Taracco (26) simulaba participar en la búsqueda de la joven en Moreno. Diez días después de su desaparición la joven fue encontrada asesinada y Alberto Ariel González fue detenido.
El ex marido de Jésica Minaglia llamó a la policía para alertar que había encontrado a la joven maestra muerta en su casa de Santa Cruz. Luego, fue detenido acusado de haberla matado. Algo parecido pasó con Julieta Riera. Su novio dijo que se había caído del balcón del departamento en donde convivían en Entre Ríos.
Verónica Tottis apareció calcinada en su camioneta en una ruta de Córdoba. A los cuatro días su marido fue detenido acusado de provocarle la muerte y simular un accidente.
CP