Era 2008 cuando Mario Fabían Golemba desapareció. El joven, que en ese momento tenía 27 años, había ido a ver a una nutricionista en la localidad misionera de Oberá y le había enviado un mensaje a sus familiares diciendo que “volvía a la tardecita”. Pero nunca más lo volvieron a ver. Ahora, 14 años después, la Justicia ordenó una serie de allanamientos para buscar rastros que permitan saber qué pasó con el joven agricultor.
La jueza María Verónica Skanata ordenó una serie de allanamientos en la localidad de Dos de Mayo, en el centro de la provincia de Misiones. Por ese motivo, la fiscal federal Silvia Gutiérrez participaba del operativo que comenzó este miércoles por la mañana en la comisaría de esa localidad, ya que la causa pasó a ser investigada como una “desaparición forzada”.
Miembros de Gendarmería Nacional encabezaban los allanamientos, del que también participaban personal de la Policía Federal y Prefectura Naval. En las inmediaciones de la comisaría que está bajo la lupa de los investigadores, se pudo ver una retroexcavadora que trabaja en el lugar.
La causa pasó a la justicia federal posadeña en junio de 2021, a pedido del abogado que representa a la familia de Golemba. Y recién allí comenzó a investigarse como una “desaparición forzada de persona”. Hasta ese momento, la pesquisa estuvo en manos del Juzgado de Instrucción Nº1 de Oberá, pero “no logró esclarecer qué ocurrió” con el joven.
"Testigos de identidad reservada declararon ante la justicia provincial y federal que Mario estuvo detenido en la comisaria de Dos de Mayo -de la Policía de la Provincia de Misiones- donde lo habrían golpeado”, informaron en el sitio Fiscales. Por eso ahora, se realiza esta serie de “allanamientos en diversos domicilios” a pedido de la fiscal federal Gutiérrez.
En abril pasado el Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció un millón y medio de pesos de recompensa para quién brinde información certera sobre el paradero del joven, que hoy tendría 41 años.
Los últimos pasos
En la mañana del 27 de marzo de 2008, Golemba salió de su casa, en la que vivía con sus padres, en Picada Indumar, en la localidad de Dos de Mayo, rumbo a Oberá. Es que tenía turno con una nutricionista.
Golemba se atendió con la profesional y luego le envió un mensaje a sus familiares y a su pareja avisándoles que “volvería a la tardecita”. Pero no lo hizo, o no pudo hacerlo.
El joven que trabajaba en una chacra con su padre y en la despensa de una cooperativa yerbatera tenía planes para ese año. Ya había conseguido una casa para vivir con su pareja con la que tenía planificado casarse a finales de ese 2008.
Pero nada de esto sucedió. Galemba, este joven tímido y de pocos amigos según lo describieron sus familiares, desapareció. La línea de investigación más fuerte apunta a que podría haber sido asesinado en la comisaría local. Catorce años después, buscan algún rastro que les permita develar el misterio y juzgar a los responsables.
NG / MCP