Ya pasaron más de 600 horas y el misterio aún continúa. Guadalupe Lucero, de tan solo 5 años, desapareció el 14 de junio pasado a la noche, cuando jugaba a la rayuela en la vereda con otros nenes en medio de un festejo de cumpleaños familiar y los investigadores –mal que le pese a alguno– no pudieron obtener una pista firme sobre su paradero.
La Policía realizó más de 200 allanamientos. Hubo excavaciones en terrenos baldíos, en especial en el barrio 544 Viviendas, donde la nena fue vista por última vez. Vaciaron un dique. Siguieron la pista que aportó una vidente. Se fueron hasta Mendoza. La buscaron en los baúles de autos y hasta dieron vuelta las casas de los padres de Guadalupe.
No hay una hipótesis que tenga más fuerza que otra. De hecho, la causa nunca cambió su calificación legal: sigue siendo una investigación por “averiguación de paradero”.
La pista que apunta a una red de “trata de personas” figura entre las posibilidades como la de un secuestro extorsivo o un mensaje mafioso dirigido a la familia, aunque la falta de contacto con los captores provoca un fuerte interrogante.
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La falta de pruebas también lleva a que los investigadores vuelvan a trabajar en la hora cero. A repetir testimoniales para profundizar la hipótesis inicial de la supuesta mujer que se la llevó en brazos o reiterar operativos en domicilios que ya fueron revisados. En casi todos los puntos hay grietas.
La versión de la captora fue aportada por los niños que jugaban con Guadalupe, pero sin progresos concretos los detectives avanzan sobre otras líneas. Por ejemplo, el dato que aportó una menor sobre “unos chicos en moto”.
Este martes los investigadores volvieron a concentrar los trabajos en el barrio 544 Viviendas, donde realizaron una serie de excavaciones, aunque no obtuvieron resultados positivos.
En los últimos días, la fiscalía avanzó con la teoría que menciona a un familiar cercano a la nena con “deudas millonarias con prestamistas”, aunque desde el entorno salieron rápidamente a bajarle el tono. “No creemos que sea ese el motivo de la desaparición de Guadalupe”, respondió el abogado Héctor Zabala, que representa al padre de la menor.
Ni el feriado patrio frenó los operativos. Este viernes hubo rastrillajes en el Dique Las Palmeras, el perilago de Paso de las Carretas y el murallón, aunque no surgieron novedades de importancia para la investigación. Además, perros rastreadores participaron de los operativos que se realizaron en distintos puntos de la ciudad de San Luis.
El jueves pasado, los investigadores inspeccionaron 25 viviendas de la zona sur de la capital provincial y tomaron cinco nuevas declaraciones testimoniales, según dijeron voceros que intervienen en la causa judicial.
Y ayer, un grupo de policías se trasladó hasta la localidad San Francisco del Monte de Oro, ubicada a 100 kilómetros de la capital provincial, y otro regresó al barrio 544 Viviendas, principalmente a la manzana F.
Si bien todos los días hay operativos, la familia de la menor no está conforme por la falta de resultados. En la marcha del jueves pasado, Eric Lucero, papá de Guadalupe, dijo directamente que los investigadores “están trabajando mal”.
“No digo que no trabajen –aclaró– pero lo están haciendo mal, porque en lugar de buscar a mi hija buscan drogas”, puntualizó y enseguida agregó que “es necesario sumar más tecnología”.
Más allá de las críticas, lo cierto es que el próximo miércoles se cumplirá un mes de la desaparición de Guadalupe. Sin indicios firmes, y como en tantos otros casos, el paso del tiempo no hace otra cosa que agigantar todos los miedos.
“La busca el país entero”
La desaparición de Guadalupe es una de las principales preocupaciones del gobernador Alberto Rodríguez Saá, quien en las últimas horas reconoció que el caso “ocupa la agenda principal de la provincia” y que despierta una “enorme preocupación”.
El primer mandatario se refirió a la investigación del misterioso hecho en una visita que realizó esta semana a la Escuela Generativa del Club GEPU, que celebró su 96° aniversario. “Es un tema que nos hace sufrir a todos los puntanos”, señaló Rodríguez Saá.
Sobre la hipótesis de trabajo, señaló que trabajan “con mucha esperanza, como desde el primer día, para encontrar a Guadalupe”.
“Seguimos todas las pistas –agregó–, están trabajando la Policía de San Luis y Bomberos, con la ayuda de especialistas de Córdoba, San Juan y Mendoza. El país entero está buscando a esta puntanita”.