La ciudad de Puerto Deseado es elegida por turistas que buscan desconectarse y disfrutar de la naturaleza. Hasta el jueves pasado no existían antecedentes ni motivos como para tomar recaudos a la hora de viajar hasta este lugar. Desde ese día todo cambió.
A las 2 de la tarde, en las cercanías a la costanera, M.M., de 44 años y oriunda de Salta, caminaba por el sector de la playa de Punta Cavendish junto a su hijo de 4 años, identificado como Santiago Luciano S. En el desolado paraje fueron abordados por dos hombres, que los sorprendieron por la espalda y los amenazaron con un arma blanca. Sin perder tiempo, los llevaron hasta un sector rocoso y oculto, donde uno de los sujetos violó a la mujer, mientras el otro mantenía reducido al menor con el cuchillo colocado en el cuello.
Ella, en medio de la agresión, intentó defenderse y golpeó a su atacante con una piedra, pero poco pudo continuar haciendo cuando le dijeron que se detuviera o, de lo contrario, mataban al niño. Para reducirla y controlarla la maniataron con los cordones de las zapatillas del nene y le colocaron medias en la boca, para que no gritara. Cometido el acto, los responsables se descuidaron, ella le vio los rostros y ese fue el principio del fin.
Comenzaron a hablar entre los hombres y uno le dijo al otro: “No voy a ir preso de nuevo”. El diálogo siguió y entre lo que la mujer pudo escuchar se destacaron frases como “matala porque nos vio” y “está muerta, vámonos”. Esta última sentencia llegó cuando la golpearon en la cabeza con una piedra y la dejaron tirada mientras ella simulaba estar muerta. Los implicados escaparon con su celular y se llevaron consigo al menor, a quien asesinaron a golpes en la cabeza dentro de la zona de La Cueva de los Leones.
De acuerdo a los resultados de la autopsia, el niño murió por “una hemorragia interna producto de politraumatismos de cráneo realizados con un elemento contundente”.
Descalza y ensangrentada. Una hora después, la mujer volvió en sí y caminó hasta el autódromo Ramonín Fernández, a unos diez minutos a pie. Allí se cruzó con Cecilia, quien paseaba junto a su esposo, su hermana y su sobrino. Descalza y ensangrentada, les pidió ayuda. Le dieron agua y trataron de contenerla, mientras llamaban a la policía. “Tardaron solo cinco minutos, pero fueron los más largos de mi vida”, relató Cecilia, y añadió: “Estaba descalza en un lugar que no es para estarlo porque es muy rocoso y hay pinches. Nunca había visto a una persona bañada en sangre. Nos pedía por favor que la policía busque al hijo”.
Alrededor de las 15.30 se activó un operativo cerrojo en el pueblo y en todas las rutas que conectan a Puerto Deseado para dar con los causantes, y ayer se lograron las capturas. A uno lo encontraron en la localidad, dentro de un barrio denominado La Favela, mientras que el restante cayó en la terminal de ómnibus de Caleta Olivia, a 220 kilómetros del lugar del hecho. Se llegó hasta ellos gracias al aporte de la damnificada, quien relató que uno de sus atacantes, bajo, delgado y de entre 25 y 30 años, tenía el rostro con cicatrices como acné y podía padecer una lesión en la cara o en la cabeza, ya que ella se había defendido pegándole en esas zonas. Su cómplice –quien sujetaba al niño– tenía a lo sumo 20 años, cabello ondulado, ojos negros y una estatura similar, de 1,60 o 1,65. En base a eso, se elaboraron dos identikits, que resultaron de vital importancia. Si bien todo indica que serían los autores del hecho, restan todavía varias pruebas para corroborarlo científicamente.
Mientras tanto, fuentes del Ministerio de Seguridad de Santa Cruz aseguraron que los rasgos de los aprehendidos “coinciden con los identikits realizados por la policía en base a los dichos de la víctima, aunque se continúa con la búsqueda de pruebas para avanzar en la investigación”.
Internada. La mujer, que había viajado junto a su hijo desde Salta para visitar a su otro hijo, de 24 años, antiguo militar del Regimiento de Tanques Nº 9 en Puerto Deseado y actual empleado de una carpintería, está internada en el Hospital Zonal y el último parte médico indicó que “tiene síntomas claros de abuso sexual”. El director del centro de salud detalló que, si bien se encuentra conmocionada, evoluciona de las lesiones que sufrió. Explicó también que fue sometida a una “tomografía computada para ver si había lesión a nivel cerebral, que salió bien” y luego se le “dio aviso al equipo de salud mental para su tratamiento psicológico”. Ya sabe lo que sucedió con Santiago y, debido a eso, “prácticamente no quiere hablar”. Fue sedada y “todavía no puede asimilar lo que pasó”.
“Una persona normal no haría esto”, dijo el intendente
Gustavo González, intendente de Puerto Deseado, dijo se trabajaba para contener a la mujer abusada sexualmente y al hijo que vive allí.
“Una persona normal no haría lo que hicieron ellos”, dijo el funcionario, y aseguró que la investigación está en marcha y que el gobierno provincial, a través de los ministerios de Desarrollo Social y de Seguridad, trabaja junto al municipio para “dar acompañamiento a la víctima y al hijo” que reside en Puerto Deseado.
“También estamos en contacto con la Secretaría de Desarrollo Social de Salta para trasladar a los familiares hasta Puerto Deseado”, detalló.
Por último, puntualizó que el ministro de Seguridad provincial, Lisandro de la Torre, ya está en Puerto Deseado y que todos están “muy preocupados y ocupados con esta situación”.
Puerto Deseado es un puerto pesquero de la Patagonia, ubicado en la zona norte de la provincia de Santa Cruz y a más de 700 kilómetros de Río Gallegos, la capital provincial. Cuenta con 14 mil habitantes.
Multitudinaria marcha
Vecinos de Puerto Deseado marcharon durante la tarde de ayer hasta la comisaría de la localidad, en un acontecimiento histórico debido a la cantidad de asistentes. “Es una movilización sin precedentes”, le contó a PERFIL un periodista local.
Por momentos se vivieron serios incidentes en la puerta de la dependencia policial, ya que los lugareños exigieron la renuncia del comisario. Ante la presión popular, este debió salir a dar explicaciones y refirió que mucho de la causa no puede hablar, ya que está en “secreto de sumario”. Admitió, eso sí, que se realizaron allanamientos en el barrio La Favela y que, por el momento, hay dos aprehendidos. Sin embargo, los vecinos no están del todo convencidos de que realmente sean los autores del hecho, y hablan de posibles “perejiles, que cayeron porque se parecen a los identikits”.
En tanto, fuentes judiciales indicaron que se rastrilló la zona donde se encontró al menor asesinado y se incautaron elementos de interés para la causa. Otras manifestaciones se llevaron a cabo en Salta -las víctimas son oriundas de Rosario de la Frontera- y en Río Gallegos.