Oscar “Poppy” Larrauri es una figura reconocida del deporte rosarino. Fue piloto de Fórmula 1 y campeón europeo en los años 80. Compitió en la época de oro de la máxima categoría, con corredores de la talla de Alain Prost, Nelson Piquet o Ayrton Senna. Ahora, su nombre volvió a ser noticia, pero no por cuestiones deportivas. Lo acusan de formar parte de una red de lavado de dinero.
Larrauri fue imputado esta semana por los delitos de “estafa procesal en concurso real con lavado de activos en carácter de autor”, en el marco de una causa que investigan los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, a cargo de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de Santa Fe.
Esta causa provocó un verdadero escándalo judicial en Rosario, al punto que hay dos fiscales que permanecen detenidos: Patricio Serjal –ex fiscal Regional de Rosario– y Gustavo Ponce Asahad –fiscal de grado–.
Los funcionarios están acusados por el presunto “cobro de coimas en dólares” a Leonardo Peiti (47) a cambio de brindarle protección e información sobre investigaciones en su contra. Peiti es un poderoso empresario del juego que además tendría lazos con la narcobanda de Los Monos.
Según los investigadores, Peiti y Laurrauri aparecen juntos en una operación inmobiliaria sospechosa que fue registrada el 10 de marzo de 2016. Ese día, de acuerdo a la acusación, el empresario habría simulado la venta de una serie de terrenos equivalentes a media manzana por un valor de 536 mil dólares.
Peiti –dicen los fiscales– le entregó al ex piloto “una escritura traslativa” que “fue inscripta ante el Registro de la Propiedad Inmueble el 18 de marzo de 2017. “Esa operación también fue simulada ya que el verdadero dueño de esos terrenos continuó siendo Peiti”, aseguraron los investigadores en la audiencia imputativa de este jueves.
De acuerdo con la investigación, el 14 de marzo de 2016 –cuatro días después de la supuesta venta– Larrauri habría firmado contradocumentos a favor de Peiti por esos mismos terrenos que supuestamente le había comprado. Y lo hizo por el mismo monto que pagó, aunque al mismo tiempo arregló un contrato de alquiler a favor del empresario.
“La maniobra simulada que se instrumentó con esta escritura traslativa de dominio a favor de Larrauri le permitió a Peiti justificar la incorporación de un ingreso financiero a su favor de 536 mil dólares en base a la conformación de registros contables que no responden a la realidad económica”, señalaron los fiscales.
“Ese dinero con el que contaba Peiti es el fruto de su actividad como jefe de una asociación ilícita destinada a explotar, administrar y/u operar, por sí o a través de terceros, un sistema de captación de juegos de azar sin contar con la autorización pertinente emanada de la autoridad jurisdiccional competente, hecho ya imputado”, explicaron.
Con el “blanqueo” de esa supuesta venta –dicen los fiscales–, el empresario del juego “simuló” la compra de otros siete terrenos en la localidad santafesina de Casilda por US$ 52.274, aunque en realidad existe documentación que muestra que ya era propietario de los mismos y los había adquirido en 2012 por más de US$ 200 mil. Otro escándalo.
Para los fiscales, Larrauri “tomó parte de la maniobra delictiva poniendo a disposición de Peiti y su empresa criminal su nombre, capacidad patrimonial y solvencia moral a los fines de posibilitar contar con fondos aparentemente lícitos que le permitieran adquirir los lotes de terreno de la ciudad de Casilda y dinero en efectivo con apariencia de haber sido generado legalmente”.
“A esos fines –explicaron Matías Edery y Luis Schiappa Pietra–, el ex piloto aceptó prestar su nombre como persona interpuesta para simular una adquisición que se documentó por medio de la escritura pública traslativa de fecha 10 de marzo de 2016, de los lotes de terreno de la ciudad de Funes, haciendo insertar manifestaciones falsas en los documentos que registraron dicha operación. En los mismos manifestó que existió un intercambio de dinero a cambio de la adquisición de dichos lotes y suscribió como comprador la escritura traslativa de dominio antes mencionada, todo lo cual no se corresponde con la realidad de lo ocurrido”.
En base a las pruebas recolectadas, la jueza de primera instancia Eleonora Verón procesó a Larrauri y dispuso el pago de una caución por 800 mil dólares y la prohibición de salir del país.
Su paso por la F1
Oscar Larrauri forma parte de un selecto grupo de pilotos argentinos que ganaron premios internacionales. En 1982 se consagró campeón de la Fórmula 3 Europea con el equipo EuroRacing de Pavanello, tras haber ganado siete carreras.
Cinco años después llegaría a la máxima competición, el sueño de cualquier piloto: la Fórmula 1. Después de un año como corredor suplente, en 1988 debutó con el equipo EuroBrun. Corrió en 22 Grandes Premios, con pilotos de la talla de Alain Prost, Ayrton Senna, Gerhard Berger y Nelson Piquet.
Los amantes del automovilismo recuerdan su participación en el Gran Premio de Mónaco de ese año, donde logró clasificar en el puesto 18.
Otra marca de su carrera es el segundo puesto que obtuvo en 1986 en las 24 Horas de Le Mans con su Porsche 962C.
En 2000, de regreso al país, participó en Turismo Carretera durante cinco competencias. Ese mismo año, se coronó campeón del Sudamericano de Superturismos con un Alfa Romeo 156, donde obtuvo tres victorias.
El caso
✓ El empresario, expiloto de Fórmula 1 y exconcejal de la ciudad de Rosario, Oscar “Poppy” Larrauri, está imputado como partícipe primario de lavado de activos.
✓ La acusación es por una maniobra con una decena de terrenos que le compró, vendió y alquiló en cuatro días a Leonardo Peiti, un empresario ligado a una red de juego clandestino.
✓ A Larrauri se lo imputa por los delitos de “estafa procesal en concurso real con lavado de activos en carácter de autor”.