A un mes del asesinato de Ángeles Rawson, la causa pareciera estar pasando por una etapa definitoria. Las pruebas que surgieron esta semana ayudan a cerrar el cerco en torno al portero y único imputado del crimen, Jorge Mangeri.
Hace pocos días, la irrupción en la escena mediática y la posterior declaración del primo polícia de Mangeri comprometieron aún más la delicada situación judicial del portero. Según C5N, el primo habría admitido en sede judicial un encuentro en el que el portero hizo mención al asesinato de la adolescente y le preguntó: "¿Qué haría si él hubiese sido el asesino?". Además, Mangeri le habría transmitido su intención de viajar al interior del país.
Sin embargo, el portero y su defensa sufrieron un inesperado revés cuando se difundió una grabación de una cámara de seguridad que muestra a la niña llegando a su casa. De esta manera, se derribó la hipótesis de que la chica nunca había regresado al edificio de Ravignani 2360.
En tanto, Miguel Ángel Pierri y su equipo pidieron la nulidad de la causa ya que sostienen que el encargado no era un simple testigo sino un "imputado encubierto". A su vez, entre las diversas alternativas tejidas, apuntaron contra la cadena de custodia del ADN encontrado en las uñas de la víctima, que, en definitiva, se convirtió en la prueba clave que empujó al juez Feliciano Ríos a dictar el procesamiento y la prisión preventiva contra Mangeri.