Bombas, pólvora y miles de municiones fueron encontrados en un predio que pertenecía a la Fuerza Aérea en Córdoba, pero que estaba en manos de una empresa privada. Los dueños de esa companía son dos de los más de veinte argentinos detenidos acusados de formar parte de una banda internacional que traficaba armamento. Uno de ellos trabajaba para el Ministerio de Defensa.
La “Operación Palak”, que llevó más de ocho meses de investigación, culminó con 21 detenidos hasta el momento. Según la investigación, el armamento ilegal llegaba a la Argentina desde Estados Unidos y Europa por encomiendas o barcos. Aquí se ensamblaban las partes y se enviaban a su destino final: Brasil, previo paso por Paraguay.
Uno de los detenidos en estos múltiples allanamientos es Diego Bollati (48), el dueño de la empresa El Tala, que opera en un predio cordobés que pertenece a la Fuerza Aérea.
Esta firma, hasta 2010, producía armamento para la fuerza y luego comenzó una demanda judicial para la recuperación del predio y del arsenal de las FF.AA. que había allí guardado, según explicaron fuentes de la investigación a PERFIL.
Pero este detenido tiene una característica llamativa: era empleado del Ministerio de Defensa. Según su perfil de la red social Linkedin es abogado y responsable desde 2017 del área de Coordinación de Contrataciones del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que depende de la cartera que conduce Oscar Aguad. Así figura en el cuadro organizacional del sitio.
En la página oficial del IGN también figura como responsable de la Unidad Operativa de Compras del organismo que se encarga de “producir y difundir información geográfica del país”. Bollati fue detenido en Capital Federal junto a su padre, Arnaldo (76).
“Es un empleado que había sido contratado como transitorio, lo que se conoce como artículo 9°, y efectivamente era la persona que trabajaba en la empresa El Tala y que se encuentra detenida. Es lo único que por ahora vamos a decir”, dijo a La Voz del Interior Graciela Villata, funcionaria del Ministerio de Defensa.
Se sospecha que habría proporcionado armas y pólvora a la banda que triangulaba armamento para que llegue a manos de organizaciones criminales de Brasil,según se desprende de la investigación. Según pudo saber este diario, en el predio ubicado en la capital cordobesa se secuestraron 800 bombas de aviación, casi 6 mil municiones 20 milímetros, 51 rollos de TNT (explosivo) y minas antitanque, entre otros elementos. Además se confiscaron piezas de armamento bélico como más de 500 carcasas de cuerpo de bombas, 400 carcasas de cohetes y un cajón con accesorios de bombas. Para los investigadores el líder de la organización residía en la localidad bonaerense de Martínez y fue identificado como Ricardo Deisernia.
Triangulación. Luego de ocho meses de investigación y por disposición del Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nº 2, a cargo de Pablo Yadarola, efectivos de Gendarmería registraron 52 inmuebles vinculados con la banda en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el conurbano bonaerense, Bahía Blanca y en las provincias de Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe y Río Negro.
En total se incautaron 1.235 armas, 808 bombas, 200 mil municiones, 740.655 pesos, 136.533 dólares, 43.780 euros y 16 vehículos, según se informó desde el organismo.
Las armas salían de EE.UU. vía encomienda y otras de Europa a través de barcos. “Por eso el nombre de Palak, porque es un barco de origen portugués que traía partes de armas. Acá estamos hablando de unas mil armas que se armaban aquí, en la Argentina”, comentó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. “Todas estas armas conformaban una triangulación: de Estados Unidos y de Europa a la Argentina, donde se armaban y se enviaban a Pedro Juan Caballero, Paraguay, para enviarlas a Brasil”. Desde nuestro país, las armas se exportaban ocultas utilizando una empresa de transporte de pasajeros, con la complicidad de los choferes.
Un odontólogo entre los detenidos
El odontólogo detenido con más de 45 armas de guerra en la ciudad de Bahía Blanca durante la “Operación Palak”, en la que se secuestró un arsenal valuado por las autoridades en entre 150 y 200 millones de dólares, fue trasladado ayer a la ciudad de Buenos Aires por requerimiento judicial.
Hernán Castillo (44) fue detenido en el marco de tres allanamientos que se llevaron a cabo en Bahía Blanca, uno de ellos en un inmueble ubicado detrás de su consultorio, en Castelli al 300, donde se encontraron armas, municiones y cuchillos. “Era una de las personas que estaba en contacto con el líder de la organización que se encontraba en Martínez”, expresó Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad.
El odontólogo fue trasladado para estar a disposición del Juzgado Federal en lo Penal Económico Nº 2, de Pablo Yadarola. Al conocerse la detención del profesional sus conocidos lo defendieron en las redes sociales. “Es una buena persona y amante de las armas. Ya se va a aclarar su situación”, sostuvieron.