El hombre que mató a dos ladrones e hirió a un tercero que habían intentado robar en su casa del barrio porteño de Floresta, tomando como rehén a uno de sus hijos, podría quedar en libertad en las próximas horas ya que según un primer análisis de la justicia habría actuado en "legítima defensa".
Así lo indicaron fuentes judiciales, que confirmaron que el jubilado de 69 años declaró anoche ante la jueza María Fontbona de Pombo y explicó que actuó "para defender la vida de su hijo".
En tanto, se pudo saber que la jueza investiga si los asaltantes habían cometido una hora antes otro robo violento en la misma zona, ya que un joven denunció que tres ladrones le sustrajeron un teléfono celular que habría sido hallado luego en la casa del barrio Santa Rita donde fueron baleados por el anciano.
"Explicó cómo fueron los hechos y aseguró que actuó en legítima defensa ante una agresión y el peligro de que le pasara algo a su hijo. Está más que justificada su reacción", deslizaron allegados a la investigación.
La jueza, previo a resolver, esperará los resultados de diversas pericias, entre ellas de balística y planimetría y sobre el arma desde la que se dispararon las balas que acabaron con la vida de dos asaltantes e hirieron a otro. Sobre ese punto, las fuentes revelaron que el supuesto ladrón sobreviviente está "fuera de peligro" y a la espera del alta médica para ser indagado por Fontbona de Pombo.
También el jubilado fue internado ayer por una descompensación de salud atribuida por los médicos a la situación de estrés que vivió. Los hechos ocurrieron el miércoles por la noche cuando tres jóvenes interceptaron a un vecino que llegaba a su domicilio, en la calle San Nicolás al 1.600 e ingresaron a su casa, en la que estaba su padre. Cuando intuyó que la vida de su hijo corría peligro, el hombre tomó un arma que guardaba en un mueble y disparó contra los ladrones.
Fuente: DyN