POLICIA
a tres años de un caso que conmovio al pais

Lola, un crimen sin resolver: nuevo juez y las mismas dudas

La causa que investiga el asesinato de la joven argentina en Uruguay no logra identificar a los autores. Todavía faltan estudios de ADN.

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30 sospechosos fueron demorados a lo largo del proceso, pero ninguno quedó detenido. | cedoc

Pasaron casi tres años del asesinato de Lola Chomnalez  (15) en una playa de Uruguay, y todavía la causa no logra responder los principales interrogantes. Hace un mes cambió el juez por cuarta vez y aún continúa el cotejo de ADN con el banco de datos de los presos que fueron condenados en ese país por distintos delitos. “No hay ninguna persona identificada como él o los autores. Se sigue trabajando pero no con la contundencia que la familia necesita”, dice a PERFIL Jorge Barrera, el abogado de los padres de la joven que fue asesinada el 28 de diciembre de 2014.

“Se investigan distintos escenarios, que no puedo adelantar, porque podría entorpecer la investigación. La fiscalía aporta prueba, investiga, hace lugar a nuestros pedidos pero todavía no llegamos a encontrar a el o los culpables”, explica el letrado. “La causa no está parada, ni archivada, por el contrario, hay actividad y sigue avanzando pero los resultados no fueron contundentes”, puntualiza.

Mientras tanto, Adriana y Diego Chomnalez, los padres de Lola, participan de distintos eventos para recordar a su hija (ver aparte).

El 13 de diciembre pasado fueron convocados a la quinta presidencial de Olivos junto a otros familiares de víctimas de femicidios y fueron recibidos por la primera dama, Juliana Awada, y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.

La causa. Lola (15) fue encontrada sin vida en la playa de Barra de Valizas el 30 de diciembre. Llevaba dos días desaparecida. La autopsia revelaría después que el crimen se había cometido 48 horas antes del hallazgo. En una toalla que se encontró dentro de la mochila junto al cuerpo se detectó el ADN de un hombre involucrado en el asesinato de la joven. Esa es la prueba y el elemento más importante que tiene la causa. Pero tres años después todavía no se pudo establecer a quién pertenece.

En septiembre del año pasado, el abogado de la familia Chomnalez pidió que se cotejara el ADN con la base de datos de unos 3.500 reclusos procesados con los que contaba ese país en ese momento. “Hasta ahora no tuvimos un resultado coincidente. Comenzamos con los recluidos vinculados con la fecha del hecho y luego con los que fueron procesados sin prisión. Para nosotros es un elemento muy importante, valioso. Pero aún no se ha terminado de cotejar y cada vez que hay un nuevo preso que se suma al banco de dato se le extrae sangre y en una semana se realiza el cotejo”, explica Barrera.

“Esta labor lleva un tiempo importante. Mientras que en otros casos, los más recientes, se logra el resultado en menos tiempo. La comparación con esta base se renueva constantemente porque se van sumando los nuevos procesados”, detalla y explica: “Por ejemplo, si una persona es procesada hoy, se le realiza la extracción, se lo agrega a la base de datos y se coteja con el ADN que se encontró en el caso de Lola. De ser coincidente se lo indaga inmediatamente”.

Hasta el momento el resultado de estas comparaciones fue negativo. Igual que los treinta detenidos que tuvo la causa y a los que se los sometió al mismo análisis. Entre ellos estuvieron la madrina de Lola, su esposo y el hijo adolescente de este. La joven había ido a pasar unos días de vacaciones junto a Claudia y su familia.

El 1º de noviembre pasado se produjo el cuarto cambio de juez. Ahora instruye en la causa el magistrado Juan Manuel Giménez Vera, en reemplazo de Romina Sena.  Marcela López Moroy y Silvia Urioste fueron las otras funcionarias judiciales que intervinieron en la causa.

En la actualidad, la fiscal a cargo de la investigación es Patricia Sosa Bouvier. Antes ocuparon esa labor Soledad Barriola, Gabriela Sierra y Rodrigo Morosoli. Los padres de Lola confían en la fiscal y consideran que está involucrada en la investigación del caso. Con ella se reunieron en agosto pasado en Uruguay para conversar sobre el caso.

En la causa no se reporta una falta de actividad para llegar a la verdad y esclarecer el crimen, pero sí hay una “falta de eficacia”. A 1.090 días del asesinato no se sabe quién la mató y aún no se pudo establecer cuántas personas participaron del hecho. El ADN masculino encontrado entre las prendas de Lola sigue siendo la prueba fundamental en este caso que aún sigue impune.


Un homenaje en su escuela

Las compañeras y el círculo de amigas íntimas de Lola Chomnalez decidieron homenajearla colocando una placa en la escuela donde estudiaba la joven. Este año se hubiese recibido. Los papás de la joven participaron de la ceremonia.

El evento se realizó en el Liceo N° 9 del barrio porteño de Belgrano. Las compañeras de Lola decidieron homenajearla con una placa hecha en madera y materiales naturales “como le gustaban a Lola”, que descubrieron el lunes pasado. “Nos pareció bellísimo que hayan tomado esta iniciativa las compañeras mujeres”, dice su mamá, Adriana Belmonte.

“El tilo que está plantado en el Parque Las Heras está creciendo bellísimo, al igual que una magnolia en un campo al sur de la provincia de Buenos Aires. Son todos monumentos vivientes en su recuerdo”, cuenta la mamá de Lola. “Sí recordamos que la han matado, pero nosotros preferimos recordar su natalicio y no su muerte”.

Diego y Adriana estuvieron acompañados por la abuela de Lola, la chef Beatriz Chomnalez, y dos representantes de la asociación Madres del Dolor.