Las siguientes son las razones por las cuales el tribunal de San Isidro absolvió a Lucila Frend y descartó cada uno de los indicios que habían llevado a la fiscalía y a la familia de Solange Grabenheimer a pedir su prisión perpetua como autora de homicidio doblemente agravado:
- "Que el horario de la muerte no podía haber sido antes de las 8 de la mañana", según el estado de putrefacción del cadáver.
- "Que fue un hecho no controvertido que Lucila Frend abandonó el domicilio que compartía con la víctima el 10 de enero de 2007 siendo las 7:30 aproximadamente para dirigirse a su trabajo" y llegó a las 8:35, según consta en los registros laborales.
- "Que los asesinos tuvieron que manipular el cadáver y que, según las livideces del cuerpo, los movimientos tuvieron que haberse hecho cuando la acusada seguía en su trabajo. Según las livideces dorsales (tenues) y ventrales, la víctima tuvo en el lugar del hecho tres posiciones posibles: una primera boca abajo sobre la cama, luego sobre la misma cama boca arriba y una tercera posición final producto del arrastre que el autor realizó desde la cama al piso".
- "Que la víctima tenía manchas hemáticas de arrastre en sus piernas lo cual permite deducir que el o los autores tenían las manos ensangrentadas al momento de girar el cuerpo a su posición final".
- "Que se encontró un pelo en el lugar de los hechos que no corresponde a la acusada". Según se precisó, el "filamento piloso con sangre seca adherida" hallado en la escena del crimen reveló la presencia de "una mezcla de perfiles de ADN con un componente mayoritario correspondiente a la víctima Solange Grabenheimer y un perfil minoritario masculino correspondiente a un donante no identificado".
'No' a la fiscalía. El tribunal también descartó los otros indicios valorados por la fiscalía para acusar a Solange:
Se descartó el hecho de que era zurda, porque -se sostuvo- "no se puede ser concluyente respecto de la secuencia de las lesiones y la posición relativa del agresor".
"Las puertas de acceso no habían sido violentadas, porque quedó claro que la puerta del balcón del PH cerraba mal y la victima la dejaba abierta los días de calor".
"No hubo además un croquis exacto de cómo se encontraba la escena del crimen, ni se encontró el encendedor que habría marcado la pierna de Solange, y hasta se halló en la casa "un 'boxer' con una mancha de sangre dinámica que debió estar a no más de un metro de la víctima al momento del hecho y no fue relevado".
"No se encontró el arma homicida o acaso el elemento utilizado a modo de lazo".
Se desacreditaron los dichos de Santiago Abramovich, novio de Solange, que aseguró que Lucila Frend no subió a ver el cuerpo de Solange junto a él tal como (ella) lo afirma, pese a lo cual luego sabía en la comisaría cómo fue hallado".
"No escuché ni encuentro una sola razón por la cual el Sr. Fiscal cree en el testimonio de Santiago Abramovich -quien durante su testimonio tuvo amnesias lacunarios notorias como cuando dijo no recordar para donde abría la puerta del balcón de la habitación de Solange, y se comportaba como calculando las respuestas", dijo el juez Lino Mirabelli.
"Se ha dicho que Lucila Frend tenía una inexplicable preocupación y 'miedo' de ingresar a la casa, sin embargo no es la única que manifestó que estaba muy preocupada porque su amiga no aparecía", dijo el juez.
También sostuvo el fiscal que "la imputada intentó sembrar desde un inicio pistas falsas lanzado hipótesis plurales de quiénes podían haber cometido el hecho", pero otros testigos también aportaron dudas sobre terceras personas.
El Fiscal también dijo que "la imputada ingresó a la casilla de correo de la víctima, dando a entender que lo hizo para borrar algún mensaje incriminante, extremo no corroborado por la empresa prestadora", pero lo cierto es que la víctima le había confiado su clave a su amiga y no a la familia ("lo que de por sí indica bastante", dijo el juez)
Pero "además la familia de Solange se la pidió a ella unos días luego del hecho justamente para ingresar al correo con el mismo fin que lo había hecho Lucila, buscar algo que pueda ayudar en la investigación".
"Pese a que tanto la familia como Lucila tuvieron la misma iniciativa e idea, inexplicablemente el Fiscal utiliza el punto como sospecha contra la acusada", continuó el mgistrado.
El fiscal aseguró que "no era cierto que Lucila Frend hubiera buscado como dijo durante todo el día a su amiga de manera de justificar aquella preocupación que por ella tenía, y que todo era en definitiva una coartada de la imputada", pero los registros telefónicos demuestran que la joven acusada sí se preocupó por saber de su amiga.
Además, el juez Mirabelli advirtió: "cuántos llamados y mensajes serían necesarios en la lógica de la acusación para demostrar que sí estuvo buscando la imputada a la víctima; parece que nada sería suficiente".
"La Fiscalía también dijo que Lucila era 'homosexual', "extremo no confirmado" ni por testigos ni por estudios psicológicos".
El tribunal concluyó: "Las circunstancias referidas a si la encartada Frend estuvo mucho o poco en el velorio, o en la primera o tercera fila en el entierro de la víctima, si llegó tarde al parecer de otro, si lloró mucho o poco, si hablaba mucho o poco, si se acercó a la familia de Solange o no, no resisten el menor análisis a la hora de atribuir un hecho criminal".
Fuente: DyN