Médicos porteños repudiaron hoy el ataque sufrido por sus colegas en el hospital Piñero mientras atendían a heridos de un enfrentamiento en la villa 1-11-14. En la misma línea, Graciela Reybaud, ministra de Salud porteña, manifestó que los profesionales de la salud “corren peligro”.
"Se pelean diferentes bandas y llegan al hospital en un estado de excitación que no se fijan que el que los recibe es alguien que va a ser algo por ellos y los agreden", declaró Reybaud a periodistas. Además atribuyó la situación de “intranquilidad” en las guardias a "cuestiones sociales o de narcotráfico".
Sobre el mismo tema, el subsecretario de Atención Integrada de Salud porteño, Carlos Russo, declaró que la comunidad médica no se pondrá un “chaleco antibalas” y advirtió que el hecho en el que una ambulancia del SAME recibió disparos, deben ser evitados por la Gendarmería y las Policías Federal y Metropolitana.
El funcionario recordó que Gendarmería convirtió "prácticamente en un fuerte" al hospital Piñero, luego de que familiares de las personas heridas en el enfrentamiento irrumpieran con armas en el centro asistencial y exigieran la pronta atención de los lesionados.
El director del hospital, Damián Pagano, declaró sobre el hecho: "Se han perdido muchos códigos. El profesional tiene que salir corriendo por temor a lo que pasa" y agregó: "Soy médico y no tengo respuesta. Estamos perdiendo la capacidad de asombro. Nos quieren hacer acostumbrar".
"No podemos seguir con esto. Los médicos quieren cuidar a la sociedad, pero la sociedad también tiene que cuidar a los médicos", exclamó el director a el canal de televisión TN.