Una ambulancia del Hospital Piñero fue a atender una urgencia en la Villa 1-11-14 en el Bajo Flores y quedó atrapada en medio de un tiroteo entre bandas, en el que murieron 2 personas y otras dos resultaron heridas. El conflicto se trasladó luego a la guardia del centro médico debido a que familiares de las dos víctimas mortales se presentaron en el nosocomio armados reclamando atención médica.
El equipo médico del Piñero acudió al barrio, situado en la zona del Bajo Flores, tras recibir una llamada para atender a las víctimas del tiroteo. Cuando se encontraban en el lugar siguió el enfrentamiento a tiros, uno de los cuales impactó contra la ambulancia.
El chofer del vehículo advirtió que si el tiro impactaba en el tubo de oxígeno, "volaba la camioneta" y quienes "estaban alrededor". El trabajador, que se identificó como Claudio, contó al canal Todo Noticias (TN) que fueron al asentamiento por "un código rojo" y cuando el médico estaba adentro del domicilio comenzó un tiroteo entre bandas.
Gendarmería se presentó en el lugar para custodiar la salida de los médicos: "Empezó una balacera, tuve que tirarme al piso... el médico salió, custodiado por Gendarmería cubriéndolo de la mejor manera que se pudo para poder irnos del lugar en condiciones bastante complicadas", detalló el chofer.
Pero los conflictos siguieron en la sala de emergencias porque los familiares de los dos muertos entraron armados y amenazaron a los doctores para que atendieran a los dos heridos en el enfrentamiento de manera urgente.
El director del hospital Piñero, Damián Pagano, se refirió al incidente: "Se han perdido muchos códigos: ahora, el profesional tiene que salir corriendo (del lugar de atención). Tratamos de cuidar a la sociedad pero pretendemos que la sociedad nos cuide. Esta situación es realmente preocupante, se hace muy difícil seguir atendiendo así. Estamos perdiendo la capacidad de asombro".