Susana Elena Laguardia y Beatriz Aida Laguardia, gemelas de 73 años, fueron encontradas muertas ayer por la tarde en su departamento de Juncal 1837 luego que un vecino denunciara a la Policía que desde el 4º piso emanaba un fuerte olor "nauseabundo".
La Policía derribó la puerta y encontró el piso plagado de gusanos y los dos cadáveres en la habitación "momificados" y adheridos al suelo, por lo que tuvieron que ser sacados con palas. El escabroso escenario fue detallado por vecinos de las ancianas a Perfil.com, aunque no se ponen de acuerdo sobre cuántos meses llevaban los cuerpos sin vida allí y por qué fallecieron.
Al entrar la Policía hallaron facturas de servicios junto a la puerta y una boleta de gas fechada el 5 de agosto sobre la mesa: la Policía sospecha que habrían muerto sobre esa fecha. Los cuerpos ahora se encuentran en la morgue judicial y esta tarde o noche podría estar el resultado de la autopsia. Hasta ahora, ningún familiar o allegado reclamó los restos.
Otra versión. Sin embargo, un vecino de un edificio lindante que supo describir la rutina y la edad exacta de las gemelas Laguardia aseguró que "vio a una de ellas salir hace unos dos meses". Ese vecino se preguntó: "Si se se hubieran muerto hace 6 meses como dicen, ¿cómo es que no las denunciaron por falta de pago de expensas, que son más de 2.000 pesos por mes?".
Este portal pudo saber que la Policía no halló cartas documento del consorcio por impago de los gastos comunes en el departamento de las ancianas, un piso entero de más de 100 m2 cuyo precio de mercado ascendería a 500.000 dólares.
Las Laguardia también tenían otro valorizado inmueble heredado en Avenida Callao al 1200, en la misma manzana, según pudo averiguar este portal.
Cómo murieron. Fuentes de la investigación manejan la hipótesis de la muerte por inhalación de monóxido de carbono por un posible escape, pero en el edificio no recuerdan fuertes olores de gas en los últimos meses. Antonia, la encargada del edificio, dijo a Perfil.com que los olores comenzaron "en las últimas semanas", pero nunca habló de olor a gas.
Un rumor que circulaba hoy entre vecinos era que una de las hermanas padeció un accidente doméstico y quedó grave. Su hermana -según esa versión no comprobada- habría muerto "del susto" al ver el estado de su gemela.
Otro interrogante es por qué los vecinos no alertaron antes a la Policía sobre los malos olores y la chance de que las ancianas estuvieran muertas. Una propietaria y vecina directa de las Laguardia señaló a Perfil.com que "creían que era el mal olor de los desechos de las palomas" de la terraza. Y precisó que el fuerte olor nauseabundo "recién se sintió en la última semana".
A la Iglesia. Esa misma vecina contó que "los vecinos no sabemos nada de la vida de ellas, eran muy reservadas, aisladas" y que las veían salir cada mañana para "acudir a misa". Un portero del edificio de al lado agregó que también iban a hacer compras a un supermercado de la zona. Y nada más.
Según los registros de Anses, en las últimas décadas no cotizaron ni como empleadas ni como independientes, por lo que podrían haberse mantenido de rentas y de la jubilación.