Hacía rato que la relación estaba rota, pese a que tenían un bebé de apenas siete meses. Ella lo había denunciado por violencia de género, pero él no se había quedado atrás y enseguida la acusó de hostigamiento.
Las denuncias cruzadas alimentaron una espiral de violencia sin retorno que terminó de manera trágica este jueves a la noche, cuando Melisa Julieta Kumber ( 27) y Mauricio Suárez (30) fueron encontrados en el interior de su casa con heridas de arma de fuego.
Ambos vivían en Quilmes y trabajaban en la Policía: Melisa en la fuerza de la Ciudad de Buenos Aires y Mauricio en la Federal.
Según fuentes policiales consultadas por PERFIL, el hombre estaba consciente cuando fue revisado por un paramédico. Tenía un disparo de arma de fuego en el hombro. La única versión del caso que existe hasta el momento la aportó él: dijo que discutieron, que su pareja disparó primero y que él respondió a ese ataque.
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Aclaremos: no es la verdad ni mucho menos sino una campana. La única por lo pronto porque Melisa recibió un tiro en la cabeza y murió minutos después, pese a que la trasladaron con vida hasta la guardia del Hospital Iriarte.
Había perdido toda la masa encefálica y los médicos no pudieron salvarla.
Parte médico. “La pareja ingresa al hospital entre las 20.30 y las 21 del jueves. La mujer (por Melisa Kumber) entra con una lesión de bala, que entra por el parietal derecho y sale por el parietal izquierdo”, explicó Daniel Abarquero, director del Hospital Iriarte de Quilmes, en declaraciones al canal de noticias TN.
Según el médico, la joven policía también presentaba “una fractura en la muñeca izquierda”. “Tanto la lesión en el cráneo como la que presentaba en la muñeca son coincidentes en el tiempo”, graficó.
Respecto al cuadro de la pareja de la víctima fatal, señaló que ingresó a la guardia con “una lesión menor de bala” que afectó el hombro derecho. “La herida fue revisada sin compromiso de signo vital y fue dado de alta”, amplió.
Además, señaló que el paciente no se refirió al caso: “Estaba en situación reservada y no transmitió mucha información sobre lo sucedido”, detalló.
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En la casa ubicada en las calles San Juan y Madame Curie los peritos secuestraron las armas de los dos policías. Melisa estaba tirada en el piso junto a una pistola 9 milímetros marca Beretta, mientras que su pareja entregó su Taurus del mismo calibre.
Las pericias de balística –que fueron encargadas a Gendarmería Nacional– serán claves para determinar cómo ocurrieron los hechos. Si Melisa Kumber fue la que disparó primero como declaró su pareja o si Mauricio Suárez se autolesionó para simular una pelea, como algunos sospechan.
De acuerdo a las fuentes, el hombre fue asistido en el lugar y trasladado en otra ambulancia al mismo hospital. La herida que presentaba no afectó ningún órgano vital. Lo curaron y le dieron el alta, aunque no regresó a su casa: lo demoraron por el crimen y automáticamente lo desafectaron de la fuerza.
La causa se encuentra en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 4 de Quilmes, a cargo de la fiscal Karina Gallo.
