El viernes a la noche una familia vivió un episodio de inseguridad alarmante cuando llamaron a su médica prepaga para solicitar un médico a su domicilio y se presentó en la casa un ladrón que a punta de pistola les robó dinero y algunas de sus pertenencias.
El incidente tuvo lugar a la altura de la calle Zapiola al 600, entre las calles Federico Lacroze y Olleros, en el barrio porteño de Colegiales. El matrimonio decidió llamar a OSDE luego de que su hija de seis años no se recuperara de unos dolores intensos en el estómago. A la media hora aproximadamente llamaron a la puerta y al atender la mujer, identificada como Carolina Arce, le contestó una voz: "Médico".
Sin sospecha alguna Arce se dispuso a abrirle al supuesto médico, que no iba con guardapolvo pero sí bien vestido y un bolso, con quien conversó en el ascensor sobre la situación de la pequeña. Una vez dentro del departamento la mujer lo guió en dirección a la habitación de su hija y el hombre, detrás de ella, sacó un arma y la amenazó. "Me pone el arma en la espalda, una pistola con fuerza, y me dice 'dame toda la plata que tengas o te voy a matar'. Imaginate que ahí son segundos que yo no podía creer lo que estaba pasando. La miraba a mi nena que recién se estaba despertando, no entendía nada", relató Carolina en diálogo con radio Continental.
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"Mi marido tampoco, como que se quedó helado, yo agarré a mi hija, la llevé a la otra habitación", explicó Arce quien recordó que le tapó los oídos a la pequeña para que no pudiera escuchar las amenazas que recibía su padre. "Nos amenazaba todo el tiempo con el arma, que nos iba a matar", lamentó Carolina. El hombre acompañó al ladrón hasta una habitación de la casa que usan como un estudio donde tienen algo de dinero. Le dieron sus celulares y billeteras.
El ladrón los amenazó de que los iba a atar para poder escaparse pero finalmente el marido de Carolina lo convenció para que acompañarlo abajo y abrirle la puerta del edificio para que pudiera irse. "Lo que menos esperás cuando llamás a un médico es que te aparezca un chorro o alguien con un arma que te puede matar, a tu familia, a tu hija, no te puedo explicar lo que sentí", expresó la mujer.
Tras recuperar un poco el aliento, Carolina se comunicó con OSDE para notificar de lo ocurrido: "Llamé y me dijeron 'no, nosotros teníamos asignado una doctora que iba a ir'". No obstante, la mujer solicitó a la prepaga que le diera alguna explicación sobre cómo se filtró la información para que pudiera haber tenido lugar el asalto porque "esa persona tenía mis datos".
Carolina sospecha que se produjo algún tipo de filtración en el call center de OSDE: "Yo creo que sí. Algo de eso hay, porque la verdad yo llamé desde mi celular. Pensar que mi celular podría haber estado pinchado como me dijeron yo la verdad que dudo, la verdad no sé, es una posibilidad también pero que sé yo. Más me suena a que hay un filtro de información desde OSDE, que le han hackeado su sistema". "No deja de ser terrible que uno no puede confiar. Ya llamás a un médico y vienen a matarte", resumió Carolina.
OSDE emitió un comunicado en el que relató los hechos ocurridos. El texto completo:
"Frente a los hechos de carácter policial de público conocimiento, nos vemos obligados a ofrecer un relato cronológico de lo ocurrido.
El viernes 24 a las 21.01 recibimos el llamado de una socia solicitando un médico pediatra a domicilio para su hija por un cuadro de dolor abdominal. A las 21.41 la socia volvió a llamar para avisar que había sido asaltada en su domicilio, OSDE le ofrece una ambulancia y ella la rechaza y anula el pedido médico. A las 21.47 el coordinador médico, preocupado por la salud de la menor, reitera el ofrecimiento de la pediatra, que ya estaba en zona. A las 22.01, luego de identificarse, finalmente la médica ingresa al domicilio junto con la policía. La menor fue atendida por un cuadro de gastroenteritis.
El mismo día en que ocurrió el hecho, recibimos 3.702 llamadas de urgencias y se realizaron 2.347 visitas médicas a domicilio. El promedio anual es de 1.180.000 visitas. Estos números hablan de la seguridad que ofrece el sistema de comunicaciones encriptadas de urgencias, utilizado entre la base y los médicos.
A la vez, hemos iniciado investigaciones, tanto internas como con las prestadoras de servicios telefónicos. Toda la información y las grabaciones de las llamadas han sido puestas a disposición de la comisaría 31, con el doble objetivo de esclarecer el hecho a la brevedad y llevar seguridad y confianza a los más de dos millones de afiliados que nos confían cotidianamente su salud".