Las autoridades del caso que investiga el asesinato de Lucas González, el adolescente que viajaba junto a sus amigos al salir de un entrenamiento en el club Barracas Central y fue baleado por efectivos de la Policía de la Ciudad, establecieron que al menos cuatro disparos impactaron en el coche y uno en la cabeza del joven.
Los resultados de los peritos balísticos se conocieron tras el análisis de las vainas secuestradas en el lugar del crimen, ocurrido el 17 de noviembre pasado en el barrio porteño de Barracas, y del proyectil que recibió el jugador de fútbol y le provocó la muerte, a pesar de haber sido trasladado al Hospital el Cruce, en Florencio Varela.
Ahora, se busca cotejar las pruebas recolectadas con las armas de los acusados: el inspector Gabriel Isassi (40), el oficial mayor Fabián López (46) y el oficial José Nieva (36). Los tres pertenecen a la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.
La versión de los policías
Los efectivos fueron indagados por el fiscal de Instrucción 32, Leonel Gómez Barbella, y el de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), Andrés Heim, donde indicaron que en una misión de inteligencia para un inminente allanamiento de una causa narco a cargo de una fiscalía especializada.
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También declararon que se identificaron como policías con sirenas, chalecos y gritos al creer que el vehículo en el que se trasladaban los jóvenes podría ser parte de la causa que investigaban.
Luego, los tres afirmaron que el joven que conducía les lanzó el auto encima y respondieron con fuego. De los cinco disparos, cuatro dieron en la carrocería del auto y uno en la cara de Lucas. "Era una causa compleja, la gente que rodea es siempre gente pesada. Se presume que siempre están armados. Quiero que se entienda que no es que yo tenga algo contra la gente que vive en la villa", dijo Isassi, quien tiene el mayor rango.
"Estábamos haciendo nuestro trabajo, yo no salí a matar a nadie", subrayó el inspector.
Podrían imputar a otros policías
Los fiscales del caso estudian la posibilidad de solicitar nuevas detenciones de efectivos de la Comuna 4, ya que habrían acudido al lugar del crimen para adulterar la escena y encubrir a los sospechosos de haber matado a Lucas.