El Ministerio de Seguridad dio a conocer el pasado 2 de enero que "tres ciudadanos extranjeros" quedaron detenidos en el país como "posibles integrantes de una célula terrorista". Mientras avanza la investigación, se conoció que los sospechosos tendrían ascendencia siria-libanesa y uno de ellos posee la nacionalidad colombiana.
Los arrestos se llevaron a cabo a través de la Unidad de Investigación Antiterrorista de la Policía Federal. Dos de ellas ocurrieron en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y la restante en la localidad bonaerense de Avellaneda, por pedido de la jueza María Servini, cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional número 1.
En un comunicado, la cartera conducida por Patricia Bullrich había indicado que se puso "especial atención", al hecho de que en ese momento se desarrollaban en la Capital Federal "la XV edición de los Juegos Macabeos Panamericanos, que reúnen a más de 4.000 atletas de la comunidad judía, representando a 22 países".
Además, se había alertado por un posible envío internacional de una "encomienda sospechosa de 35 kilogramos de peso", originada en la República de Yemen, de la cual aún no se conocen mayores datos.
"El Colombiano"
Uno de los hombres capturados fue identificado como Chassan Naem Chatay, de ascendencia siria-libanesa que tiene nacionalidad venezolana y es colombiano por adopción. La Cancillería de Colombia confirmó que a Chatay se le otorgó la ciudadanía en mayo de 2022, por lo que se le brindó derecho de recibir apoyo consular luego de su detención.
Según informó el medio local El Tiempo, la cédula de extranjería colombiana de este ciudadano fue expedida el 26 de noviembre de 2018 y tenía vigencia hasta el 26 de noviembre de 2023. También indicaron que es dueño de una empresa dedicada al comercio minorista.
En ese sentido, informaron que la comercializadora que lleva su apellido está ubicada en el centro de la ciudad de Bogotá, en el centro comercial Veracruz.
Se cree que Chatay vivió en Venezuela y que a raíz de la crisis emigró a la vecina Colombia. En ese país también se desempeña como profesor de tenis de mesa, acorde a la identificación a la que accedió el mencionado medio. Para ello, alquilaría un local con mesas de ping pong, donde brinda entrenamientos.
Los otros sospechosos
Según habían manifestado las autoridades, "se mantiene el alerta respecto a los sospechosos restantes", y se está avanzando en el análisis del "contenido de los teléfonos celulares que fueron incautados en posesión de los detenidos".
"Se obtuvo una información de Inteligencia brindada por una conjunción de elementos, tanto de Estados Unidos como Israel y una información que recibió un miembro de Gendarmería", había explicado Bullrich. Además, dejó trascender que "hay identidades y pasaportes cruzados", supuestamente por el ingreso al país con documentos de identificación de nacionalidad distinta a las que habían usado en otra oportunidad.
Por el momento, no hay datos oficiales sobre los otros dos detenidos. Según consigna Página 12, serían dos hombres mayores de edad de nacionalidad argentina. Uno de ellos trabajaría como peluquero y el otro estaría identificado como J.M.L., alias "El Rubio", que se define a sí mismo como un "mercenario" y un "experto en armamento y seguridad" acorde a una nota que habría brindado al medio El Español en 2015, pero se trata de información que no fue comprobada.
PERFIL se comunicó con fuentes del Ministerio de Seguridad y el Juzgado a cargo de Servini, pero al cierre de esta nota no obtuvo respuesta.
En conferencia de prensa, la ministra de Seguridad también había remarcado que "se está intercambiando información para determinar si tenían algún pedido de captura", al mismo tiempo que adelantó que el misterioso paquete fue comprado mediante una tienda virtual proveniente de Yemen, lo cual representó un "fuerte llamado de atención".
"Un dato que nos preocupaba que el hotel que tenían alquilado estas personas estaba a nada más que dos cuadras de la embajada de Israel", había agregado Bullrich.
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