Gastón Ramos, un joven que salía de su casa para jugar al fútbol con amigos en el barrio de San Carlos, provincia de Córdoba, vivió la peor jornada de su vida este martes 11 de abril, cuando en un intento de robo le dispararon en la cabeza "por un celular, pero la bala fue detenida por su cráneo y se salvó.
En primera persona dio un reportaje donde contó los crudos detalles de un nuevo episodio de inseguridad brutal.
En diálogo con Telenoche, contó cómo fue el violento ataque que sufrió el martes cerca de las 20 horas, cuando iba a jugar al fútbol con un grupo de amigos en barrio San Carlos.
"Esta gente me ha querido cazar por un celular, como si fuera un animal", recordó, entre lágrimas. Y detalló que al ser abordado, los delincuentes no le dieron tiempo de reaccionar: le empezaron disparar incluso antes de que pudiera entregarles el teléfono que le pedían.
"Corrí entre los juegos de la plaza, me venían tirando y yo escuchaba cómo las balas chocaban en el pasto, contra un árbol", precisó, conmocionado. "Cuando les di el celular, el último balazo me pegó en el hueso occipital", agregó.
¿Por qué parece imparable la ola de robos que acecha a distintos barrios de Córdoba?
"Pegó en el hueso, si pasaba un poco más me perforaba el cerebro", dijo, advirtiendo que estuvo a centímetros de perder la vida. Agradecido de que la operación fuera un éxito, dijo que ahora lo único que quiere es estar en familia hasta terminar de recuperarse.
Ramos subrayó que quería hablar con los medios para tratar de concientizar sobre la ola de inseguridad que afecta a Córdoba. "Cuidense mucho, no vuelvan tarde a la noche", advirtió.
Y concluyó: "A mi me querían matar por un teléfono viejo, que no servía para más que escuchar música".
JD / CP