POLICIA
alerta en un barrio cerrado de La Plata

Robos cotidianos, barreras destrozadas y temor: la inseguridad que vive un country de ricos y famosos

En Grand Bell, el exclusivo barrio de la localidad de City Bell, viven el exintendente Julio Garro, los exfutbolistas Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, y otros personajes destacados de la política, como Carolina Píparo y Victoria Tolosa Paz. En abril pasado hubo un millonario golpe. La mujer que participó del golpe escapó a Madrid y en un mensaje que le enviaron a su teléfono intervenido, los policías leyeron: “Lo bien que la vas a pasar en España con la que te llevaste”. En septiembre pasado la Policía Nacional Española la detuvo y esta semana llegó a la Argentina.

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Intrusos. Jésica Elizabeth Clavijo (izq.) al entrar al Grand Bell Club de Campo y otro de los implicados en el robo millonario ocurrido en abril. | eldoce.tv

El exintendente de la ciudad de La Plata, Julio Garro; los exfutbolistas Guillermo y Gustavo Barros Schelotto; otros personajes destacados de la política como Carolina Píparo y Victoria Tolosa Paz, entre otros, tienen un punto en común: viven o vivieron en el prestigioso club de campo Grand Bell, junto a otros deportistas y conocidos comerciantes. Eligieron este country, ubicado en los márgenes de la capital provincial bonaerense, por su privacidad pero, sobre todo, por su seguridad. 

Se trata de un barrio cerrado emplazado en las calles 467 entre 144 y 146 de la exclusiva localidad de City Bell, donde se levantan casi 600 propiedades. Sin embargo, la tranquilidad que otrora disfrutaban sus vecinos se vio derribada por el poderoso huracán de la inseguridad, que no conoce de clases sociales y ataca sin tapujos. Sólo durante el 2023 se produjeron tres gravísimos sucesos que dejaron en el ojo de la tormenta a los vigiladores y, al menos en uno de esos casos, arruinada económicamente a una familia de comerciantes, luego de que un grupo de ladrones le quitara los ahorros de toda una vida.

Acorralados por la crítica circunstancia y por unos frentistas cada vez más descontentos por la ola delictiva (aunque desprovistos de la paz que fueron a buscar, continúan pagando expensas que alcanzan los $ 180 mil), desde la gerencia emitieron vacíos comunicados tras cada ilícito materializado, sin que nada cambie.

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Varias veces millonario. El episodio más dramático lo sufrió el 23 de abril un matrimonio de comerciantes junto a su hijo. La pareja se encontraba trabajando y el joven se preparaba para un evento cuando una banda de al menos cuatro maleantes se acercó a las 19 en un Peugeot 208 hasta la garita de seguridad del club de campo, no desde el sector de las visitas sino del que le corresponde a los dueños.

La conductora –acompañada por tres hombres– quiso ingresar con una tarjeta como la que poseen los propietarios, pero le fue imposible al ser apócrifa, por lo que el sistema electrónico la rechazó y la barrera no se levantó.

Sin embargo, aprovechó la circunstancia del gran caudal de vehículos en fila que pretendía entrar y el incesante trabajo de los encargados de la seguridad. Estos, con el fin de evitar mayores demoras, levantaron negligentemente –o causalmente– la barrera, pese a que los integrantes del 208 no habían demostrado vivir allí. Una vez adentro, enfilaron hacia el domicilio que habían escogido con anterioridad.

Como aún estaba el joven, aguardaron en el vehículo hasta las 20.30, cuando el hombre se retiró. Tras otra media hora de espera, finalmente tres de los intrusos bajaron a las 21.08, forzaron una ventana y se colaron por el quincho del inmueble.

La mujer, luego identificada como Jésica Elizabeth Clavijo, de 36 años y vendedora de detergente, lavandina y jabones líquidos en Córdoba, lideró las acciones desde el 208, comunicándose por teléfono con sus secuaces. Y sabía lo que hacía: sin pérdida de tiempo, les indicó a los otros donde se encontraba el dinero, en pesos y dólares, que guardaban las víctimas. Fueron directamente hacia allí, y además del efectivo se apoderaron de joyas y armas de fuego, que los damnificados tenían de manera legal. “El robo fue varias veces millonario”, admitió ante PERFIL un calificado vocero, quien agregó que los atracadores conocían los detalles de la casa. 

Escaparon a las 21.18 y, al llegar a la barrera, el sistema los volvió a rechazar, por lo que Clavijo aceleró y destrozó la barrera con el auto.

Extradición. La DDI La Plata inició una pesquisa en la que relacionaron a otro Peugeot 208 como el segundo rodado participante en el hecho. Lo hallaron en Lomas de Zamora y tras un entrecruzamiento de datos se allanaron tres domicilios, con resultados positivos.

La fiscal de la causa, Virginia Bravo, aprovechó las nítidas imágenes de las cámaras de seguridad del country que registraron a los sospechosos (sobre todo a Clavijo) y pidió un registro comparativo de fotos a la Federal. El resultado del reconocimiento facial coincidió en un 97,5 con la identidad de la sospechosa, radicada en Córdoba. Eso llevó a los detectives a la capital provincial, donde realizaron tareas de inteligencia. Se infiltraron en el barrio Bella Vista y permanecieron diez días en las inmediaciones del comercio de la ladrona, pero era tarde: tras emitir su sufragio en las PASO de agosto, viajó rumbo a Madrid. “Lo bien que la vas a pasar en España con la que te llevaste”, leyeron los policías en un dispositivo intervenido.

Bravo solicitó el pedido de captura internacional a Interpol, que fue avalado. En septiembre, la Policía Nacional Española la encontró y la detuvo. El pasado jueves, tras los trámites de la extradición, llegó a Argentina y el viernes se negó a declarar en las fiscalías platenses, por recomendación de su abogada Melisa Albarenga, ante la contundencia de las evidencias.

Nuevas medidas. El mismo fin de semana del escruche en la residencia de los comerciantes, se produjo un robo similar en otra casa del Grand Bell, mientras sus dueños no estaban, aunque los directivos del complejo lo minimizaron y puntualizaron que los asaltantes entraron por una puerta trasera que tenia “el picaporte roto”. Los implicados, que huyeron con dinero, continúan prófugos y se determinó que actuó una banda diferente, ya que los sistemas de seguridad internos no registraron el 208 conducido por Clavijo en la residencia del segundo ilícito.

Más recientemente, el 25 de noviembre, dos ladrones ganaron el interior no solo del predio, sino también de una de las propiedades del lugar. Permanecieron 34 minutos y se fueron sin llevarse nada porque un vecino detectó la maniobra y los puso en fuga. Sin embargo, uno de ellos (que había bajado del coche Fiat Mobi en el que llegaron para meterse en el patio de uno de los inmuebles) no pudo subirse al mismo y se quedó deambulando por el country, tratando de pasar desapercibido. “Se vivieron momentos muy feos, y era desesperante saber que había un tipo de estos dando vueltas”, sentenció un frentista.

“El acceso lo lograron mediante una acción de distracción al personal de seguridad del Puesto 1. Se valieron de un cómplice que se mantuvo en forma externa para, en simultáneo y aprovechando la apertura de la barrera en instancias del paso de la camioneta de un propietario, ingresar manteniéndose a muy corta distancia de dicho coche. El mismo procedimiento fue empleado para la salida, pero golpeando en esta oportunidad el brazo de la barrera con el techo del automóvil, a una velocidad considerable”, detallaron los directorios del sitio.

 

Grupos de WhatsApp estallados

La seguidilla de robos no hace más que enardecer a los vecinos, que reclaman mayores medidas. Los grupos de WhatsApp que tienen están “estallados” y en ellos se repiten reclamos y reproches. Como respuesta, desde la gerencia del Grand Bell implementaron nuevas reglamentaciones, entre ellas “reducir el tiempo de bajada de las barreras posteriormente a su habilitación” y se cambiará al proveedor de la seguridad. Desde el viernes se inició “un trabajo solapado entre la empresa entrante (Watchman) y la saliente (Securitas), para efectivizar el cambio el 5 de enero de 2024”.

No está de más aclarar en este punto que uno de los vigiladores el día del golpe millonario a los comerciantes está siendo todavía investigado y cuenta con antecedentes penales.