María Esperanza Fernández (43) aparece en casi todas las fotos rodeada de niños. Tenía cinco hijos: cuatro nenas y un varón de entre 23 y ocho años. En la localidad bonaerense de San Pedro, donde vivía, todavía no logran salir del estupor que generó su asesinato: este domingo encontraron su cuerpo envuelto en una frazada y con varios golpes en la cabeza.
El principal acusado por el femicidio es su marido y padre de sus hijos, Roberto Romero (46), quien desapareció antes de que su hija de 18 años encontrara el cadáver.
La mujer habría sido atacada en la madrugada del pasado domingo 3 de mayo, entre ocho y nueve horas antes del hallazgo. De acuerdo a las fuentes, en la escena del crimen hallaron una maza de albañil con aparentes manchas de sangre.
Campaña contra la pandemia de femicidios
El cuerpo de Esperanza estaba sobre la cama de la habitación. Según el informe preliminar de autopsia, presentaba ocho golpes en la cabeza, realizados con un objeto contundente de seis centímetros de diámetro que se condice con la maza secuestrada en el domicilio de la calle San Lorenzo al 3000, en el barrio El Amanecer.
Los detectives presumen que fue asesinada mientras dormía. "La víctima alcanza a tratar de defenderse, por eso creemos que tiene quebrado unos dedos. Por la mecánica del hecho sospechamos que podría haber estado en una situación de indefensión previa al suceso, ya sea dormida o sorprendida por la saña en su no reacción", explicó a PERFIL la fiscal Viviana Ramos, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 11, que lleva adelante la investigación.
La funcionaria judicial reconoció que el cuerpo de la mujer no presenta lesiones que indiquen "una pelea previa". Si bien la pareja tiene cinco hijos, ninguno estaba en el domicilio cuando se produjo el femicidio. Justo esa noche habían quedado al cuidado de sus tíos y abuelos, que viven en casas linderas.
Sobre el paradero del presunto femicida, las fuentes consultadas indicaron que tiene una "orden de detención vigente" pero hasta el momento no pudieron dar con él.
En la cuarentena siguen los femicidios y la desigualdad
La última pista lo ubica en la casa donde fue asesinada su mujer. Según testimonios, a las 7 de la mañana del domingo habría salido del domicilio en bicicleta. Desde entonces no habría vuelto a contactarse con sus familiares.
El crimen de Esperanza elevó a 40 el número de femicidios registrados durante la pandemia. Según el último informe de la Casa del Encuentro, entre el 20 de marzo y el 30 de abril al menos 36 mujeres fueron asesinadas. En los últimos seis días hubo cuatro casos más: Ludovica López (50), en Lanús; Julieta Riera (24), la joven cayó de un octavo piso en Paraná; Norma Gallo (54), en Merlo, y Esperanza, la víctima más reciente de una lista que desgraciadamente seguirá aumentando.
CP