La investigación por el horrendo femicidio en Merlo avanzó rápido en las últimas horas con la identificación del cuerpo y la detención de dos sospechosos, la pareja y el cuñado de la víctima.
Sandra Carricaberri tenía 43 años, era madre de mellizas y vivía a cinco cuadras del lugar donde apareció asesinada. El hallazgo de su cuerpo, en el fondo de un vivero ubicado en las calles Iwanosky, entre Ernesto Renán y Blanco Encalada, frente a un predio perteneciente al club Deportivo Merlo, llenó de espanto a la zona y despertó una fuerte conmoción.
Por el estado en el que se encontraba y la falta de documentación, los investigadores del caso demoraron varias horas en identificarla. Pero apenas lo hicieron y ubicaron a su pareja, la historia comenzó a cerrarse.
Sandro Fabián Zárate -su marido, un changarín apodado Pololo- se contradijo ante los policías que lo entrevistaron y terminó confesando que había matado a su pareja con una piedra. Esa declaración no tiene validez judicial como confesión, aunque puede ser incluida como una prueba más en la investigación.
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Según fuentes policiales, el hombre aseguró que discutió con su pareja por supuestas infidelidades, que la persiguió y atacó una piedra, y que después simuló una escena de abuso para desviar la investigación.
Sin embargo, el informe preliminar de autopsia reveló que la mujer fue presentaba signos de haber sido abusada sexualmente. Las evidencias indican que en el ataque habrían participado dos hombres porque en los brazos de la mujer hallaron marcas que indican que fue sujeta. Además, hallaron rastros genéticos de dos personas que próximamente serán cotejados con el ADN de los hermanos detenidos.
A partir de este dato, y en base a otras pruebas recolectadas por los investigadores, es que la fiscal penal de Morón, Adriana Suárez Corripio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 8, ordenó la inmediata detención de Marcelo Zárate, hermano del marido de Sandra.
La escena del crimen
El cuerpo de Sandra fue hallado este martes 1º de junio por un grupo de chicas que estaba jugando al fútbol. Tenía un fuerte golpe en la cabeza con hundimiento de cráneo y múltiples heridas cortantes.
Los voceros detallaron que estaba semidesnudo y en posición fetal, con una sola media, y el torso y la cabeza cubiertos con una campera negra a cuadrillé con líneas rojas.
A escasos metros hallaron una camiseta, un pulóver, otra campera, una calza roja, un corpiño, dos barbijos y un par de zapatillas. Todos estos elementos fueron preservados y secuestrados para ser analizados.
De acuerdo con los especialistas, el golpe en la cabeza habría sido realizado con un objeto contundente, que podría ser el palo o bien una piedra que encontraron en la escena del crimen.
Las fuentes estimaron la data de muerte en unas diez o doce horas antes del hallazgo. Según familiares y vecinos, Sandra fue vista con vida por última vez el sábado pasado.
La versión del marido es otra: dijo que el viernes discutió con ella y que después volvió a verla el martes 1º de junio, cuando regresó a su casa. Ese día fue hallada asesinada, aunque nadie hasta ese momento había denunciado su desaparición.
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