Cuando todavía no terminó la conmoción por el asesinado de Micaela Ortega, Milagros Daiana Torres se convirtió en otra víctima de esta demencial violencia de género que parece no tener fin. La pequeña, de apenas 12 años, fue encontrada en su habitación en un casa humilde de Tucumán. Su cuerpo apareció atado con cables y una pelota de medias dentro de la boca.
El cadáver fue hallado por la madre de la menor, María del Carmen Aranda. La mujer de 32 años llegó a su casa de Barrio Porvenir y notó que alguien había estado allí. Cuando encendió las luces, se encontró con el cuerpo de Milagros.
Aranda acusa a su ex marido, que no es el padre de ninguno de sus hijos, de ser el responsable del asesinato. Según le confió a la Policía, ella se casó en 2014 con este hombre y se fueron a vivir cerca de la ruta provincial 334, en una casa muy humilde. El matrimonio se terminó hace tres meses, momento en que él se fue de la casa. Sin embargo, según Aranda, el hombre le seguía enviando mensajes: en algunos le pedía volver, en otros la amenazaba de muerte.
“Eran para mí las amenazas. Nunca lo denuncié porque pensaba que nunca iba a hacer nada”, explicó la mujer al diario La Gaceta de Tucumán.. Algunas horas después, fue internada en el Hospital de Concepción, donde se le colocaron algunos calmantes.Agregó que en los últimos tiempos de la relación, él se había vuelto violento.
Según un informa el sitio Bajo La Lupa, (R.O.P.) de 27 años fue aprehendido al final de la tarde de este domingo en la ciudad de Aguilares por personal de la Unidad de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos de la Unidad Regional Sur.