El cuerpo de Nancy Videla (31), la niñera que había desaparecido el viernes 26 de noviembre a la tarde después de trabajar en el barrio porteño de Palermo, estaba enterrado en un inquilinato de la localidad bonaerense de Villa Albertina, en el partido de Lomas de Zamora, debajo de una carpeta de cemento recientemente construida. El principal sospechoso es el dueño del lugar, un albañil de 70 años de nacionalidad paraguaya que tenía una condena por homicidio simple y denuncias de acoso sexual (ver aparte). Las pruebas contra él son abrumadoras y solo faltaría saber una cosa: ¿por qué la mató?
Los primeros datos recolectados por los investigadores señalan que la víctima y el acusado, identificado como Damián Lezcano Mendoza (70), se conocían y aparentemente habrían estado vinculados sentimentalmente. No está claro si la relación estaba rota o seguían siendo amantes.
La niñera vivió un tiempo en una de las cuatro piezas que alquilaba Lezcano, aunque actualmente estaba de novia con un joven con el que convivía a unas ocho cuadras del lugar donde se presume fue asesinada. De hecho, los detectives lo estaban investigando porque había sido una de las últimas personas con las que la chica se comunicó vía WhatsApp el viernes pasado cerca de 18.30, cuando su teléfono se apagó para siempre.
Sin embargo, un llamado a la línea de emergencias 911 (ver aparte) cambió el rumbo de la investigación y permitió el hallazgo del cuerpo y la detención del presunto autor del femicidio.
“Esa chica –por Nancy– iba siempre a tomar mate con una persona en Ingeniero Budge. No sé qué relación tendrán ellos, pero para mí ellos tenían algo sentimental desde hace un par de meses. Me enteré el lunes por la tele, porque vivo en Capital, y le mandé un mensaje. Le pregunté si la vio, porque el viernes estuve con él hasta las cuatro de la tarde y después el lunes la veo en las redes sociales”, contó.
Siguiendo esta pista, los investigadores llegaron hasta un domicilio ubicado en la calle Bucarest al 2500. En la puerta había dos bolsas con escombros. Samara, una perra de la división canes de la Policía Federal Argentina (PFA) marcó la casa de Lezcano Mendoza. Según las fuentes, el principal acusado dejó pasar a los efectivos que estaban buscando a la niñera y enseguida el animal señaló el lugar exacto donde estaba el cuerpo.
El dueño les explicó a los efectivos que la semana pasada había hecho unos arreglos en el interior del inquilinato, pero en realidad los trabajos los hizo entre el domingo y el lunes pasado, según coincidieron varios vecinos. “No parecía estar nervioso”, apuntó un vocero que intervino en el procedimiento policial.
Al hombre no solo lo vieron ingresar los materiales a su casa sino que además una mujer que vive en uno de los domicilios linderos reconoció haber escuchado ruidos de una obra entre esos días.
La escena. El cuerpo desnudo de Nancy estaba envuelto en una bolsa de consorcio negra cubierta con cal, a unos 30 centímetros de profundidad y tapado por una chapa de fibrocemento.
“Encontramos un cuerpo, que aparentemente es femenino; hay que hacerle la identificación. Por toda la investigación que estábamos haciendo, estábamos convencidos de que ahí podíamos encontrarla, así que rompimos el contrapiso y encontramos un cuerpo femenino”, anunció el ministro de Seguridad, Sergio Berni, en la madrugada de ayer. Pocas horas después sus familiares más cercanos reconocerían el cuerpo: era Nancy.
Un golpe en la cabeza. La operación de autopsia reveló que Nancy fue golpeada en la cabeza con un objeto contundente que podría ser una herramienta de trabajo. De acuerdo con el informe médico forense, la causa de muerte fue una “fractura y traumatismo de cráneo”, aunque la joven también presentaba golpes en otras partes del cuerpo y signos de haber sido asfixiada.
A simple vista, los peritos no detectaron señales de abuso sexual, aunque para saber si existió un ataque de estas características habrá que aguardar los resultados de hisopados y otros estudios complementarios.
La data de muerte, de acuerdo a las fuentes, fue estimada entre cuatro y cinco días antes del hallazgo. ¿Cuándo la asesinaron? La principal sospecha es que fue atacada el mismo viernes que desapareció, después de las 18.38, que es el último registro de conexión de su cuenta de WhatsApp.
En principio, todo indicaría que no hubo premeditación y que la niñera fue asesinada en el mismo lugar donde fue hallada sin vida. No está claro el porqué, aunque la principal sospecha que manejan los investigadores es que el femicidio se produjo durante un intento de abuso sexual que no llegó a concretarse.
Entre el viernes y el jueves último se cree que el sospechoso habría descartado las pertenencias y la ropa de la joven para evitar que puedan relacionarlo con la desaparición. En el interior del inquilinato los policías que allanaron el lugar –trabajaron efectivos de tres fuerzas: Ciudad de Buenos Aires, Federal y Bonaerense– no encontraron ningún objeto de la víctima. Una posibilidad es que haya prendido fuego las prendas y otra que haya tirado todo a la basura.
Cómo fueron sus últimas horas
En base al análisis de distintas cámaras de seguridad, los investigadores lograron reconstruir cómo fueron las últimas horas de Nancy. El viernes 26 de noviembre a las 15.33 salió de un edificio de la avenida Santa Fe, en el barrio porteño de Palermo, donde trabajaba como niñera.
Dos horas después aparece sola en la estación de Plaza Constitución. Según el registro de las cámaras de seguridad atraviesa el hall a las 17.36. En las imágenes no se ve nada sospechoso: nadie parece seguirla y ella camina sin ninguna dificultad. Y sin apuro.
Media hora más tarde, a las 18.12, sube a un colectivo de la línea 283 ramal B, con rumbo hacia Villa Albertina, partido de Lomas de Zamora, según se puede ver en otro video que registró el centro de transbordo de la estación Lanús.
El teléfono de Nancy perdió señal el viernes a las 18.53 y nunca más volvió a tener conexión. La niñera chateó por WhatsApp con su novio a las 18.38 y nunca más volvió a comunicarse. Se supone que a esa hora ya estaba en la casa de Damián Lezcano.
El oscuro pasado del principal acusado
Damián Lezcano Mendoza es el único sospechoso y detenido en la causa que investiga el femicidio de Nancy Videla. Este albañil de 70 años de origen paraguayo permanece detenido en una alcaidía de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Ayer no quiso declarar y probablemente en las próximas horas sea trasladado a una unidad penitenciaria.
Según fuentes judiciales, el principal acusado tiene una condena anterior por un homicidio ocurrido hace cerca de veinte años. El 14 de agosto de 2002 fue detenido por el homicidio de una mujer. Según la investigación, habría actuado en legítima defensa y por esa razón el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de La Matanza lo condenó a la pena de tres años y tres meses de prisión. El 1° de septiembre de 2005 recuperó su libertad.
En el barrio de Villa Albertina, donde vive y alquila cuatro habitaciones, varios vecinos coincidieron en calificarlo como un “acosador serial” y algunos recordaron que tuvo problemas con varias mujeres.
Una vecina de la cuadra aseguró a la prensa que el hombre señalado por el femicidio de Nancy les habría propuesto a varias de sus inquilinas no cobrarles el alquiler a cambio de mantener relaciones sexuales. “Lo hemos visto alcoholizado en la puerta y acosando a las mujeres que pasaban por la calle”, aseguró.
Incluso, una versión entre los vecinos indica que, además, habría manoseado a la hija de una mujer colombiana a la que le alquiló una habitación, y que el caso habría sido denunciado.