Alberto Fernández hoy está más cerca de Cristina, pero más lejos de Néstor. No se trata sólo de una metáfora política, sino también de un flamante dato geográfico.
En su peor momento desde que trabaja para los Kirchner, el jefe de Gabinete se mudó a un nuevo departamento, más grande y costoso que el anterior, pero en el mismo barrio porteño, el coqueto Puerto Madero. Queda a diez cuadras de las oficinas que el ex presidente tiene sobre la calle Olga Cossettini, pero el camino a la Casa Rosada para Alberto es más corto que antes.
Allí, en Balcarce 50, lo cobija la Presidenta, su escudo frente a la furia que Kirchner le dedica tras los últimos papelones del funcionario en medio del conflicto con el campo, que alimentaron en las últimas horas los rumores de renuncia y que dejaron al desnudo los frentes internos que enfrenta el jefe de Gabinete.
Alberto paga algo más de 8.000 pesos entre el alquiler y las expensas, una diferencia abismal con su anterior vivienda. Antes, en Olga Cossettini, pagaba casi la mitad: 4.000 pesos de alquiler y 500 de expensas. Ahora, destina casi su sueldo entero –gana 8.900 pesos en mano– a su nuevo hogar y no le queda resto para otros gastos. ¿Está consumiendo su capital o le pide prestado a los amigos?
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