Ajeno a la guerra fría en marcha entre Rusia y una buena parte de las potencias o-ccidentales, Mauricio Macri no piensa alterar sus planes mundialistas. Pese a la escalada del conflicto diplomático entre Rusia y más de veinte países, incluido el intento de boicot al Mundial por parte del Reino Unido, el gobierno argentino busca mantenerse al margen. Macri alentará en vivo al equipo dirigido por Jorge Sampaoli, en los dos primeros partidos contra Islandia y Croacia. Y a su vez tiene agendado ver la final en el estadio Olímpico Luzhnikí de Moscú. Ni siquiera el derrumbe de la Selección ante España por 6 a 1 desalentó al Presidente. “Tenemos que ir con entusiasmo, con ganas, con alegría y optimismo al Mundial. Confío que vamos a hacer un gran Mundial, porque tenemos a Messi y a varios jugadores de muy buen nivel”, afirmó desde sus minivacaciones costeras, en la residencia oficial Chapadmalal. “No tenemos que hacer alarmismo porque se pierde un amistoso”, opinó el ex presidente de Boca en la radio Cadena 3. Un asesor presidencial confirmó que Macri estará en el debut de Argentina en el Mundial. Será el próximo 16 de junio, en el estadio del Spartak de Moscú. El rival será Islandia, el último país en sumarse al boicot diplomático contra Rusia. Así, Macri no se cruzará con ninguna autoridad de ese país europeo en el palco oficial. Según un comunicado de su Ministerio de Asuntos Exteriores, Islandia suspendió la relación con Rusia, en solidaridad con el Reino Unido. “El ataque constituye una violación grave de derecho internacional y amenaza la seguridad y la paz en Europa”, denunció. Se refería al reciente intento de asesinato con un gas neuro-tóxico a un ex espía ruso y su hija, en la ciudad inglesa de Salisbury, al sur de Londres. Ambos sobrevivieron y están internados. El Reino Unido señaló inmediatamente al gobierno de Vladimir Putin como responsable del ataque. Según esa versión, la víctima era un doble agente: trabajaba para los servicios secretos rusos y además era informante de los británicos. Tras el envenenamiento, Estados Unidos y otros 26 países expulsaron a más de un centenar de funcionarios rusos de sus sedes diplomáticas. En respuesta, entre el jueves y el viernes pasado Putin empezó el contraataque: echó 59 representantes de 23 países (Alemania, Francia, España, Australia y Canadá, entre otros), a sesenta estadounidenses y a 23 británicos. En total, más de 140 diplomáticos de 25 países. Mientras aumenta la tensión política entre Rusia y las potencias de la OTAN y la Unión Europea, el gobierno argentino se focaliza en el fútbol: apuesta a que una buena performance de la Selección, sumada a la reciente caída de la pobreza anunciada por el Indec, se traduzca en un mejor humor social. Con Macri en la cancha, la final mundialista se jugará el 15 de julio. Después de ese partido, el oficialismo hablará cada vez más formalmente sobre la posible reelección presidencial.
