—¿A quién le habrá robado el dinero este hombre? –preguntó uno de los policías al ver los bolsos con casi nueve millones de dólares en la cocina del monasterio Nuestra Señora de Fátima de General Rodríguez.
—Vaya uno a saber –contestó la madre Alba, desde la cama, con un tubo de oxígeno, mientras se llevaban detenido a José López, el ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, que ahora reside en la cárcel de Ezeiza.
El ex funcionario caído en desgracia, mientras tanto, se presentaba ante los policías como “un colaborador”, reía y comía scones, “como si nada pasara”.
Así se desprende del relato que hicieron esta semana, en la Justicia Federal, ante Daniel Rafecas, los seis policías bonaerenses que participaron del procedimiento en la madrugada del 14 de junio pasado en el monasterio.
PERFIL tuvo acceso al relato que hizo cada uno de los policías, que puso en la mira la labor de las religiosas, tras el video que se difundió esta semana.
*Después de veinte minutos de tocar “timbre, bocina y sirenas” sin respuestas, “escucho una voz a través del portero, una voz femenina que preguntó ‘quién era’ y dije ‘la policía’. (…) Le digo que nos abra el portón, porque queríamos ver si estaban bien y que un hombre había saltado al interior del convento, y la monja me responde ‘acá no ingresó nadie’. Esa respuesta la recuerdo bien” (Pablo Elmo Román, teniente primero).
*“Yo supongo que la monja, cuando estaba tocando timbre, me tenía que estar viendo y tuve la sensación de que no me quería abrir. Después, cuando llegamos al convento, en el porche, tuve la misma sensación, porque estábamos ahí a dos, tres metros de la monja, había luz, y no nos quería abrir (Román).
*“Se abre el portón y vemos la silueta de una persona que viene caminando del interior, había muy poca iluminación ahí, venía caminando normal, tranquilo, con una bolsa en la mano. Bueno, ahí le preguntamos quién era y él nos dice que es un colaborador. Yo le pregunto ‘¿a esta hora un colaborador?’, este hombre nos miraba, luego miraba a un costado” (subcomisaria Corina del Valle Czudyk).
*“Seguimos preguntándole al masculino quién era, frente a lo cual contestó que sus papeles estaban dentro del auto. Seguimos preguntándole y se reía. Cuando se empezó a reír empezó también a querer zafarse e irse (…) En cuanto vio que ya no podía, empezó a decir que tenía una valija dentro del baúl del auto, con plata”. (Jonatan Montiel, oficial)
