POLITICA
"redistribucin" de los subsidios

A un año de la salida de Jaime, siguen las irregularidades en la Secretaría de Transporte

Crecen los fondos que reciben las empresas de colectivos y desde diputados denuncian "una mafia". El Grupo Plaza, el polémico decreto 678 y el interior vs. Capital.

Jaime y Schiavi. Tras la renuncia del multidenunciado cordobés, los subsidios siguen siendo foco de polémica.
| DyN

Ricardo Jaime renunció hace ya un año a la secretaria de Transporte de la Nación, pero en esa dependencia que supo manejar durante siete años siguen los mismos vicios de siempre, sobre todo en el terreno de los subsidios a las empresas de colectivos. Desde que el multidenunciado secretario dejó su cargo y fue reemplazado por Juan Pablo Schiavi, las compensaciones al transporte crecieron y mucho: tan sólo en la primera mitad de 2010, el transporte absorbió cerca de $6.000 millones.

Si bien esta explosión fue impulsada “principalmente por la asistencia financiera para la compensación tarifaria al transporte aerocomercial de pasajeros de cabotaje”, según indica un reciente informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), los pagos a las empresas de colectivos crecen a ritmo sostenido con un agravante: las asimetrías entre la Capital y el interior del país en este rubro se mantienen en la gestión de Schiavi, que aún no ha dado explicaciones al Congreso sobre su reparto.

Los números. En lo que va del año, la secretaría de Schiavi ha repartido a través del sistema integrado de transporte automotor (SISTAU), un plan de subsidios que se solventa con el impuesto al Gasoil, $2.944.296.080. Eso, sin contar el precio diferencial del combustible que reciben los transportes públicos.

Mientras que en agosto de 2009 la cifra trepaba a los $400 millones por mes, en junio de 2010 esa cifra alcanzó los $450 millones, de acuerdo a los datos del SISTAU que figuran en la web del ministerio. Es difícil trazar una comparación exacta con la administración Jaime, ya que durante el paso del cordobés, las planillas se subían sin totales.  

En ese sentido, uno de los grupos beneficiados con el aumento de las compensaciones fue Transporte Automotor Plaza, propiedad de los hermanos Cirigliano. Una de sus empresas fue la que pagó viajes privados de Ricardo Jaime, según figura en una de las causas judiciales que lo llevó a renunciar y por la que lo imputaron por recibir “dádivas” de firmas a las que debía controlar.

Desde que asumió Schiavi, en julio de 2009, hasta hoy, los Cirigliano han recibido en concepto de subsidios del SISTAU por sus servicios en Bahía Blanca, La Pampa y Capital, $ 142.611.301, cuando con Jaime cobraban $103.251.174, es decir casi un 40% más. Según informa el diario Hoy de La Plata, en junio de 2009 recibían $9,4 millones y este año esa cifra trepó a los $10,6 millones.

Ciudadanos de segunda y el decreto 678. De los subsidios en el Congreso casi no se habla. Desde el recambio de ambas Cámaras, hubo apenas dos proyectos presentados sobre el tema, todos elaborados por representantes de Santa Fe. “Es así porque la situación de nuestra provincia es alamante”, explicó a Perfil.com Carlos Comi, diputado de la Coalición Cívica.

“El boleto que tiene la ciudad de Buenos Aires y lo que es el GBA cuesta la mitad de lo que se paga en una ciudad de interior y esto está relacionado con los subsidios”, afirmó Comi, al tiempo que sostuvo que para la secretaria de Transporte, los santafesinos son “ciudadanos de segunda” que “viajan caro y mal”. “El boleto cuesta $2, imagínese que de un día para el otro, el viaje en subte en Capital pasase a cobrar eso, lo qué sería”, señaló.

El diputado Fabián Peralta (GEN) contó a Perfil.com que aún no tuvieron respuestas a los pedidos de informes que realizaron desde la comisión de Transporte. “Hay un contexto de inequidad para las provincias que son discriminadas con respecto a Capital”, denunció y expresó que si bien “Jaime era la expresión más grosera” del manejo de los subsidios, tras su renuncia han aumentado de manera ininterrumpida

En 2006, el ya desigual reparto de subsidios entre Capital Federal y las provincias se acentuó. A través del decreto 678, Néstor Kirchner creó un régimen de compensaciones complementarias (RCC) e inyectó más millones las empresas del Área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), pero con una salvedad: esos subsidios se pagan con Fondos del Tesoro Nacional.

Para achicar esa brecha en 2007 se promulgaron las compensaciones complementarias provinciales (CCP), pero las diferencias siguen siendo abismales. Sólo en junio pasado, al AMBA se destinaron $265 millones en subsidios, mientras que para las demás provincias (incluyendo Buenos Aires), apenas $82 millones.

“Esto desvirtúa todo el sentido del Estado Nacional”, se quejó Peralta, quien aseveró que existe una “mafia de los subsidios” que se alimenta de los fondos que “todos ponemos cuando compramos gas oil” y termina concentrándose en manos de pocos. “Uno no tiene problema en que Santa Fe ceda dinero para el desarrollo de todas las provincias, pero no es para que vaya toda a Capital”, completó.

Polémica federal. Tucumán es escenario de otra polémica vinculada a los colectivos de pasajeros. Es que en la provincia gobernada por el kirchnerista José Alperovich, hace poco se subió el boleto de colectivo a $ 2, convirtiéndolo en uno de los más caros de todo el país. Esto desató la indignación de algunos ediles que acusaron a las empresas de falsear los números de los subsidios que reciben de la Nación para aumentar la tarifa.

En otras localidad, como Bariloche, los subsidios aumentaron un 70%. Así lo hicieron saber los concejales Alfredo Martín y Silvia Pais, del Frente Grande, que a través de un comunicado dieron detalles de la suba y dijeron que “los subsidios aumentaron muchísimo más que la inflación, incluso los cálculos más pesimistas, y mucho más que lo que pudo haber aumentado los salarios de los trabajadores o los insumos”. Allí, el boleto se paga $1,35.

En Córdoba, la empresa en la mira es TAMSE (Transporte Automotor Municipal Sociedad del Estado) cuyos subsidios aumentaron un 100% sólo en 2009. Viajar en colectivo por la ciudad cuesta $2.Y así sucesivamente: los usuarios que toman colectivo en el interior del país deben, además de viajar muchas veces en pésimas condiciones, pagar casi el doble que quien reside en Capital.

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