POLITICA
CAPITANICH DIJO QUE INFORMARN CON QUINES HABLABAN

Abraham y Manfredi: los traficantes por los que pueden allanar la Rosada

Son dos los de condenados por el caso de efedrina y tenìan contactos telefónicos con la Casa de Gobierno, que ahora deberá responder ante la Justicia.

Viernes. Manfredi (der.) recibió cuatro años. Abraham (izq.), sale de Tribunales. Intentó eludir a PERFIL.
| Obregón - CEDOC.

En toda trama, los hilos se cortan por lo más delgado. Primero cayeron los perejiles, después cayeron los empresarios y los funcionarios supuestamente cómplices, pero todavía resta identificar a quienes dieron vía libre al negocio de la efedrina desde las más altas esferas. La jueza María Servini de Cubría habló de los “narcos” que llamaban a la Casa Rosada. Los cruces telefónicos que constan en su causa indican que desde la sede de Gobierno hubo comunicaciones con dos de los condenados el viernes por importar y desviar unos 9 mil kilos al mercado ilegal. El Gobierno debe informar ahora quiénes utilizaban esos teléfonos en la Casa de Gobierno.

Uno de los cruces más llamativos es el del 22 de mayo de 2008. Ese día, 22 minutos antes de las 14, Julio De Orué, director del Registro de Precursores Químicos –ente que habilitaba a importar efedrina–, recibió un llamado de un celular de la empresa de Alfredo Augusto Abraham. Unas dos horas más tarde, Miguel Zacarías –funcionario del organismo antidrogas– recibió un llamado desde el conmutador de Casa Militar –Casa Rosada–. Antes de las 22.30, ese mismo conmutador llamó a Guillermo Manfredi, socio de Abraham.

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Manfredi fue condenado el viernes a cuatro años de prisión. Quedó en libertad porque era el único miembro de la droguería Farmacéuticos Argentinos SA que estaba preso y ya cumplió su sentencia.  

La Justicia le adjudicó a Manfredi un papel menor. Figuraba como accionista y se dedicaba a retirar de la Sedronar los permisos para importar efedrina.

Abraham se llevó la pena más alta: 11 años. Para el Tribunal Oral Federal Nº 4 era el jefe de la organización. También para el fiscal Diego Luciani, que impulsó el juicio. Abraham se comunicó con el conmutador de la Rosada tres veces durante 2007: el 22 de febrero, el 3 de abril y el 29 de mayo. Según consta en la causa de Servini, ese conmutador es el que registra la mayor cantidad de llamados al celular de Miguel Zacarías, secretario privado de José Granero, titular de la Sedronar, y miembro de la familia Zacarías, que acompaña a los Kirchner desde Santa Cruz.

Antes de ingresar en el negocio de la efedrina, Abraham se dedicaba a la “publicidad virtual para el deporte” y era “agente transitorio de la compañía Sancor Seguros para la venta de seguros corporativos”. Conoció a Josué Fuks en 2006 y formaron una empresa para seguros de salud en el Mercado Central: Compañía Latinoamericana de Servicios. Entonces, Abraham y Fuks se relacionaron con otro empresario de la salud: Alberto Salvador “Negro” López, y se asociaron en Prefarm. Desde esa compañía incursionaron en el negocio de la efedrina. Primero utilizaron un testaferro para importar: Raúl Ascona, un albañil que prestó sus documentos para inscribirse como importador.

Granero dijo a la Justicia que conoció a Abraham en 2003. Pero ambos se conocían de Puerto San Julián, Santa Cruz, según pudo saber PERFIL. Los dos hombres son de la comunidad siriolibanesa de esa localidad.

En 2003, Granero se desempeñaba en el PAMI, y Abraham trabajaba con uno de los dueños de Medicus y fue al PAMI a ofrecer un edificio para instalar un geriátrico, según Granero. Se volvieron a ver en la Sedronar. Granero llamó a su despacho a Julio De Orué y le presentó a Abraham como “un amigazo que tenía que hacer un trámite en el Registro”. Era 2007. Abraham y Fuks habían comprado Farmacéuticos Argentinos SA y consiguieron así los permisos de la Sedronar para importar legalmente la efedrina. Ya no necesitaban un testaferro.

En la causa del triple crimen, un empleado de Sebastián Forza y su custodio declararon que Ibar Esteban Pérez Corradi compraba efedrina a Abraham y Fuks y luego la vendía a los narcos mexicanos. Pérez Corradi tiene pedido de captura por los asesinatos de Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo a La Nación que responderán el pedido de Servini, pero descartó vínculos con estos empresarios.

 

El otro eslabón con el poder político

El viernes también fue condenado a seis años Alberto Salvador López, conocido en el Gobierno como “el Negro López”. Fue proveedor del PAMI y está siendo investigado por una supuesta estafa a la obra social de los jubilados. Según Abraham, López le ofreció en 2006 un negocio de seguros de salud para los empleados de la Caja de Santa Cruz. Incluso viajaron a la provincia con personas de Sacor Seguros para presentar el proyecto, pero el negocio no se concretó.

López era el dueño de Prefarm, se asoció a Abraham y Fuks y así hicieron su primera incursión en el negocio de la efedrina. Importaron 2.300 kilos, pero quebraron y la Aduana les impidió retirar la sustancia. La Justicia confirmó lo que había revelado PERFIL hace años: utilizaron al albañil Raúl Ascona para importar efedrina. Le compraron 125 kilos de efedrina a Carlos Edelmiro González (ver página 9) y después consiguieron su propio permiso para importar en la Sedronar.

Según fuentes de la Sedronar y del entorno de López, el empresario era allegado a Valerio Martínez, secretario de Néstor Kirchner, y habría tenido una oficina en la Casa Rosada.