Una vez más la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) decidió emitir un comunicado para deplorar las “amenazas e intimidaciones” sufridas en los últimos días por periodistas “por el solo hecho de ejercer la tarea de investigar hechos de interés público e informar a sus lectores”. En el mismo ADEPA mencionó a tres periodistas de Clarín: Daniel Santoro, Matías Longoni y Juan Cruz Sanz.
“Cada vez que toman estado público noticias que involucran de manera negativa a ciudadanos, funcionarios u organismos de gobierno, las respuestas suelen adquirir formas violentas contra la prensa que no se corresponden con los procedimientos habituales de las sociedades civilizadas”, dijo ADEPA y denunció que “esta metodología se ha vuelto ya una costumbre”.
“ Con frecuencia se ataca y denuesta al mensajero en lugar de criticar o rechazar la causa originante del mensaje que es el que alerta sobre conductas viciadas o desvíos institucionales que se deben corregir”, añadió el comunicado. El dato más preocupante para la entidad fue lo que le sucedió a Santoro que dijo que fue intimidado a través de “interferencias en sus líneas telefónicas y en su correo electrónico”. Santoro fue querellado por el Jefe de Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), Antonio "Jaime" Stiusso.
Sobre Longoni , ADEPA refirió a “la presión ejercida por Ricardo Echegaray, quien le inició una acción por daños y perjuicios bajo la desmesurada acusación de ser el autor de un plan sistemático para perjudicarlo”. Longoni había escrito una serie de investigaciones sobre la concesión irregular de subsidios por parte del Organo Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), la repartición estatal que encabezó Echegaray antes de pasar a la titularidad de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
La entidad por último deploró el “escrache que sufriera Juan Cruz Sanz mediante el despliegue de diez pasacalles contra su persona frente a la casa de su familia en Río Gallegos”. Los pasacalles decían “J.C. SANZ burro y esclavo de Clarín” por un error que el periodista había cometido en relación con el director de AFIP.
Contestó. Echegaray no perdió tiempo y salió a contestarle a ADEPA. En una carta dijo: "Cabe aclarar que, en el ejercicio del derecho constitucional de defensa que me asiste como a cualquier ciudadano, he iniciado la correspondiente acción judicial respecto del Sr. Matías Longoni, justamente por ser ese el procedimiento habitual de las sociedades civilizadas, tal como ustedes mismos refirieran. En esa inteligencia, considero que la justicia es el órgano independiente, que en definitiva determinará la eventual responsabilidad del Sr. Longoni".
Al interior. ADEPA mencionó hechos similares registrados contra medios del interior del país como los diarios La Verdad, de Junín; El Independiente, de La Rioja; y Puntal, de Río Cuarto. En Junín se recibieron amenazas telefónicas anónimas que podrían estar vinculadas con una serie de notas sobre la prostitución o a otras sobre un hecho de mala praxis médica.
En La Rioja hubo un piquete “con actitudes patoteriles” que pedía identificar la fuente informativa en un caso que compromete al Ministerio de Trabajo de esa provincia. Y en Río Cuarto, el director de Puntal fue amenazado por un abogado. "ADEPA brega para que cesen estas acciones que buscan amedrentar a periodistas con el propósito de bloquear información que la ciudadanía debe conocer si pretendemos una sociedad mejor", expresó el comunicado.