El presidente Alberto Fernández sumó al encuentro con el mandatario estadounidense Joe Biden, al ministro de Economía Sergio Massa, en un gesto para limar asperezas tras el fuego amigo que recibió esta semana el titular del Palacio de Hacienda, por supuestas filtraciones desde el albertismo en su contra.
Esta cumbre con su par estadounidense, AF la deseó desde el comienzo de su gestión y que lo incorpore a Massa en semejante reunión es una buena foto para mostrar unidad al interior del oficialismo. Pero también le sirve al ministro para mostrar respaldo político en sus conversaciones con el Fondo Monetario, ya queEstados Unidos es el principal país dentro de la estructura del organismo internacional.
La vocera del FMI, Julie Kozak, se expresó esta semana sobre las medidas anunciadas al canje y dijo: “Es necesaria una gestión prudente de la deuda para poder mejorar el funcionamiento del mercado de bonos domésticos y el cambiario”. Agregó que “debe llevarse a cabo de una manera que no aumente las vulnerabilidades en el futuro y también debe ir acompañadas de políticas macroeconómicas consistentes”.
Por parte del Gobierno, el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, destacó que las medidas anunciadas apuntan a continuar reordenando los activos financieros, en especial, aquellos denominados en moneda extranjera, dentro del Sector Público Nacional. “La medida apunta a un manejo prudente, pero también eficiente de los activos financieros, preservando al mismo tiempo el objetivo y destino de los distintos organismos y jurisdicciones objeto de la medida”, explicó el secretario.