El misterio por saber quién encargó los afiches que acusan a Cristina Kirchner de la muerte de 35 mil personas tendrá un nuevo capítulo cuando declare Francisco Serrano, el empleado de la imprenta que recibió el trabajo.
El fiscal Leonel Gómez Barbella insistió nuevamente en el pedido de detención de este empleado que renunció a la imprenta después de haber ordenado el trabajo.
El titular de la imprenta Via Graphic, Julio César Franchino, reconoció que desde los talleres de la compañía salieron los afiches. En su declaración aportó distintas anotaciones y correos electrónicos que muestran que Serrano no solo introdujo el trabajo en la imprenta si no que pasó un presupuesto.
El ex empleado, que renunció inmediatamente después de encargar el trabajo, pasó un presupuesto de 470 mil pesos para la impresión de los afiches. Eso se dividió en dos pagos de 282.000 y 188.000, según figura en el expediente al que, en parte, accedió PERFIL. La pista que sigue el fiscal es que además Serrano habría coordinado la distribución de los afiches en distintos lugares de la Capital Federal.
Ahí es dónde aparece la declaración de Daniel Menéndez, quien se encargó de pegar los afiches y, según declaró en la Policía, recibió un pago de parte de Serrano de 90 mil pesos para realizar el trabajo.
La otra investigación, la que encabeza el fiscal de la Ciudad Mauro Tereszko, pone la mira en las personas que pegaron los carteles por la Ciudad de Buenos Aires. Algunos de ellos fueron detenidos y se allanaron los locales de dónde salían las camionetas para hacer las pegatinas.
Allí fue donde Méndez reconoció que el mismo Serrano le encargó el trabajo e hizo el pago. Frente a esto, Franchino sostuvo que su empleado tenía el cargo suficiente para hacer estas tareas sin que él se enterase. “El de Serrano era un rol jerárquico que podía tomar decisiones. La empresa dice que no sabía nada”, explicaron fuentes de la causa.
El viernes pasado, el juez Manuel De Campos avanzó en el allanamiento de la imprenta con pedido de detención de Serrano. Pero el empleado había renunciado y no estaba en la empresa. Igualmente, el mismo día se comunicó con la fiscalía y dijo que el lunes 4 de abril se presentaría a declarar. Pero no sucedió.
Por eso, el fiscal Gómez Barbella instó el lunes a última hora en un nuevo pedido de detención para tomarle declaración a Serrano, el hombre clave en está historia, quien se encargó de que se imprimieran y se distribuyeran los afiches. Quedará en la decisión del juez De Campos si avanzar o no con la detención de la persona que se encargó que salieran los afiches.
El denunciante de todo esto en la Justicia nacional es el publicista Enrique “Pepe” Albistur, el empresario de la publicidad muy cercano al presidente Alberto Fernández. En su denuncia se filtra el nombre de Valentín Bueno, según fuentes judiciales. Se trata de un hombre vinculado a la gestión de Cambiemos que es titular de la empresa publicitaria LatCom.
La Auditoría General de la Nación mantiene abierta una investigación para averiguar por qué motivo, entre 2017 y 2018, esta compañía se quedó con la mayor cantidad de partidas asignadas a la partida 3.6 “Publicidad y propaganda”. Esto estaba a cargo de la Jefatura de Gabinete, que encabezaba Marcos Peña.
Lo cierto es que al momento el nombre de Valentín Bueno solo aparece en la causa vinculado a LatCom porque fue la empresa donde trabajaba antes Serrano, también con un puesto jerárquico. Aún no hay ninguna prueba que vincule a Bueno con los afiches contra Cristina Kirchner, sólo el vínculo laboral que había tenido con la persona que recibió el trabajo.
Por su parte, voceros del titular del LatCom se comunicaron con distintos medios de comunicación para rechazar el planteo de que Bueno estuviera vinculado con esto. Habrá que esperar a la declaración de Serrano para conocer si su vínculo con el empresario vinculado a Cambiemos impulsó, o no, la impresión de los carteles que acusan a Cristina Kirchner por la muerte de 35 mil personas.
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