Alberto Fernández cerró su cuarta gira por Europa con un encuentro con Emmanuel Macron, el jefe de Estado con el que siente mayor afinidad y quien lo recibió en medio de la negociación con la oposición por el armado de su nuevo gabinete. Sin poder despegar de la interna oficial, el Presidente voló diez mil kilómetros para endurecer su postura contra la guerra desatada por Rusia en Ucrania preocupado por la extensión del conflicto y sus consecuencias económicas.
Alberto Fernández arribó al Eliseo a las 6.48 de la mañana de la Argentina en donde fue recibido por su par francés en el patio central de ingreso. Después del saludo formal, Macron agradeció la visita “en un momento tan tormentoso” en referencia a la guerra que está ocasionando una “importante crisis alimentaria”.
“Esta breve gira tuvo el propósito de traer a Europa lo que vivimos en América Latina. En Ucrania se está dando una acción bélica que genera consecuencias negativas en todo el mundo”, dijo Fernández minutos después en una declaración conjunta en la que agregó: “El mundo precisa más proteínas, no más misiles. Más producción, y no recesión”, algo que reiteró cuando estuvieron en privado.
Inmediatamente ingresaron al palacio en el que mantuvieron una reunión a solas que duró una hora a la que después se sumaron el canciller, Santiago Cafiero; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; la embajadora en la Unesco, Marcela Losardo; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; la portavoz, Gabriela Cerruti; y la secretaria de Asuntos Económicos Internacionales, Cecilia Todesca Bocco.
Se trata del tercer encuentro que Fernández mantiene con Macron. El primero fue en febrero de 2020 y el segundo en mayo del año pasado. Desde la comitiva presidencial destacaron que el jefe de Estado argentino fue el primer mandatario en ser recibido por Macron después de su asunción el 7 de mayo (también resaltaron que Fernández fue el primer presidente latinoamericano recibido por el alemán Olaf Scholz).
En el encuentro privado, Macron describió un panorama “catastrófico” por la crisis alimentaria que generará la guerra, sobre todo, en países vulnerables. Aseguró que en Sudáfrica podría incluso, generarse una desestabilización.
El jefe de Estado argentino le planteó una mayor coordinación entre la Celac y la Unión Europea que preside el francés hasta el 1° de junio “para comprometerse en algún tipo de solución a la guerra”.
"Esta gira tuvo el propósito de traer lo que vivimos en América Latina por la guerra."
Macron confirmó el encuentro con Fernández antes de que se inicie la gira, pero el día terminó de confirmarse en suelo alemán ya que el jefe de Estado francés está definiendo por estas horas la integración de su nuevo gabinete con la oposición. Además, en junio Macron debe enfrentar elecciones legislativas que condicionarán la definición del primer ministro. Esto podría llevar a la izquierda de Jean Luc Melenchon a un triunfo que lo ubique como primer ministro.
Esta vez, Fernández lleva a Buenos Aires un regalo para su bebé Francisco, porque Macron lo esperó con una campera Hérmès para su hijo recién nacido. El jefe de Estado argentino le llevó un almafuerte de Antonio Seguí. El presidente francés le aseguró que una vez que defina a su gabinete lo visitará en Argentina.
“Quiero explicar un poco el sentido de esta gira, porque me parece que muchos no lo entendieron. Yo presido la Celac, una organización que reúne a los países de toda América Latina y el Caribe. Hemos visto con mucha preocupación cómo han evolucionado los problemas en la economía y el mundo global a partir de la guerra”, dijo Fernández en una entrevista con PERFIL y otros medios que participaron de la gira.
En un tono duro que hasta ahora no había mostrado, señaló “el conflicto bélico genera consecuencias ya no entre los países en contienda, sino globales que para nosotros son muy importantes. Estamos muy preocupados y tenemos que hacer algo para que este conflicto termine cuanto antes. Hacer algo para propiciar el fin de las acciones bélicas rusas y que las partes se sienten y encuentren un entendimiento”.
También habló de las consecuencias de la guerra en el resto de los países. “Nosotros venimos del continente más desigual del mundo, que después de la pandemia esa desigualdad aumentó todavía más. Se complicó la situación económica todavía más y la región quedó seriamente en riesgo. Tenemos que actuar para que no se siga profundizando. El riesgo de que la seguridad alimentaria y energética se quiebre es absolutamente real. La Argentina es productora de alimentos y tiene un excedente de gas y puede encontrar una oportunidad en esta situación, pero no me gusta aprovecharme de las guerras. La pandemia se llevó seis millones de vidas y yo quiero llamar a la reflexión al resto de las naciones. Tenemos derecho a recuperarnos y salir adelante”.
Antes de partir rumbo a Buenos Aires, Fernández también dio una entrevista con el diario Le Monde en la que la interna con la vicepresidenta, Cristina Kirchner, volvió a colarse. “Siempre hemos tenido diferencias con Cristina. Pero ella no es mi enemiga. Mi combate es contra Macri, contra la derecha, contra aquellos que desean regresar al tiempo de una deuda insostenible y la bancarrota virtual de la economía. Cristina fue presidenta durante ocho años, estimo su inteligencia. Ella reclama que escuchemos sus propuestas. Solo que tiene una forma especial de expresarlas”, dijo el Presidente. Fernández deja Europa sorprendido por el interés que generó en el periodismo su vínculo con su compañera de fórmula y dice que, por el contrario, no fue un tema de conversación con los tres presidentes como los que estuvo. En lo que sí coincidieron Macron, Felipe Sánchez (España) y Scholz (Alemania), es en felicitarlo por el acuerdo de la argentina con el Fondo Monetario Internacional. “Macron lo felicitó por la responsable y valiente decisión de acordar con el FMI”, dijeron desde la comitiva minutos antes de emprender el regreso a Buenos Aires.
*Desde París.