Con las primeras líneas de su gabinete definido, Alberto Fernández dedicará parte del domingo a armar su primer discurso presidencial y a ultimar detalles de lo que llama “la fiesta de la democracia” mientras planifica su primer foto importante que podría ser no sólo con los gobernadores peronistas, sino también con los jefes provinciales de la oposición.
El futuro presidente busca demostrar que es un líder amplio que puede dialogar con propios y ajenos. Además de hacer esto con dirigentes opositores, en su entorno también resaltan a los invitados extranjeros que dirán presente el martes en su asunción. Estarán el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y el mandatario saliente Tabaré Vázquez con José “Pepe” Mujica. También estarán, entre otros, los presidentes Sebastián Piñera (Chile), Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Miguel Díaz Cané (Cuba), y el canciller de México, Marcelo Ebrard. Con el objetivo de mejorar el vínculo con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, finalmente la ex presidenta Dilma Roussef no asistirá a la jura de Fernández.
Para su primer discurso como presidente, sólo le pidió a los economistas algunos datos de la gestión actual. Al futuro mandatario le gusta armar sus propias argumentaciones y, algunas pocas veces, consulta con intelectuales amigos sobre lo que debe decir o enfocarse. Después de la misa en Luján que compartirá hoy con el presidente saliente, Mauricio Macri, comenzará a dar los primeros lineamientos.
Esto no le gusta a los autoritarios
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En un escenario que estará en el medio de la Plaza de Mayo tocarán desde la dos de la tarde Lito Vitale, Juanse, Adriana Varela, Fena Della Maggiora, Javier Calamaro, Los Tipitos y El Kuelgue, entre otros. Ahí mismo y con la calle repleta hablarán el presidente y la vicepresidenta, Cristina Kirchner, ya por entonces en funciones. Los intendentes y movimientos sociales aliados prometieron una gran movilización.
Ayer, Fernández habló por teléfono con los gobernadores Sergio Uñac (San Juan), Sergio Casas (La Rioja) y visitó a la jefa provincial saliente de Catamarca, Lucía Corpacci y al entrante Raúl Jalil. Para sus primeros días de gobierno, además del anuncio de distintas medidas que tendrán eje en lo económico, Fernández evalúa reunir a los jefes territoriales peronistas y de la oposición como otra muestra de diálogo y apertura.
Ayer siguió el armado del gabinete por teléfono con algunos futuros ministros y con el próximo jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Las negociaciones finales con los distintos sectores continuarán hasta el lunes a la noche. En medio de la recorrida y el teléfono que no paró de sonar, el futuro presidente aprovechó el almuerzo en el departamento Ambato para tocar folclore y “Sólo se trata de vivir”, uno de los temas de Litto Nebia que más le gusta. Sólo viajó con quien será el secretario de Comunicación: Juan Pablo Biondi. Más tarde, participó de la inauguración del parque Dr. Raúl Alfonsín.
“Hay que abrir las fronteras y los espacios para que todos pensemos como poner fin a la pobreza y a la miseria”, dijo ayer. Y agregó: “Gobernaré con mi cabeza abierta y mi mano tendida para todos los argentinos”.
Ayer Fernández reiteró que armó un gabinete de coalición y está lejos de pelearse con quien fue su compañera de fórmula. “Ciertos medios deben darse cuenta de que no son buenas prácticas periodísticas falsear a la verdad, son malas prácticas republicanas y constitucionales, por eso algunos deben revisar sus actitudes”, dijo en Radio 10. Y agregó: “Han escrito cosas para que la gente crea que nos estamos peleando con Cristina por cargos o cosas miserables y nada de eso ocurrió, lo único que buscan es enfrentarnos y nunca más vamos a hacerlo porque cuando nos enfrentamos aparecieron los Macri”. Además detalló que el gabinete que presentó ayer tiene “ganas de salir a comerse la cancha”.
