Más de tres semanas después de su internación en el sanatorio Otamendi, muchos esperaban que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareciera con un discurso incendiario, fiel a su estilo de combatir fuego con fuego, con frases punzantes contra la oposición, los “buitres” internos y externos, y los medios. Los que apostaban a una @Cristinasacada salieron perdiendo: el primer discurso de la jefa de Estado en casi un mes fue apenas un pase de parte con los ya clásicos elogios a su gestión económica y alguna frase curiosa, pero con pocas definiciones sobre temas clave.
Su salud: la mandataria eligió un tono irónico para hablar de su internación de una semana en la clínica privada. "Acá estamos retornando de las vacaiones anuales. Porque yo tomo vacaciones viste, en 2012 en el Austral, el año pasado, ahora en el Otamendi", bromeó. No hubo detalles sobre el cuadro ni sobre su estadía, algo que el propio kirchnerismo había reconocido como erróneo.
Jubilada VIP: La madre de la presidenta, Ofelia Wilhelm, recibió un reintegro de más de 180.000 pesos por una operación de cadera que le realizaron en mayo de 2014, también en el Otamendi. La jubilada cobró el dinero “por vía de excepción” a pesar de que, según la denuncian, su obra social no trabaja con ese centro de salud ni cubre prótesis importadas. Cristina, por supuesto, no mencionó el tema.
Inundaciones: Cristina tampoco dedicó una línea de su discurso a las inundaciones ocurridas en territorio bonaerense a partir del 31 de octubre, justo en la primera semana de su internación. Los anegamientos no llegaron a los niveles catastróficos de abril de 2013 -cuando murieron 89 personas sólo en La Plata-, pero sí hubo dos víctimas fatales, con situaciones críticas en el Río Luján. El gobierno nacional incluso anunció subsidios para los afectados, pero el tema no estuvo en la agenda presidencial.
Hotesur: El 20 de noviembre pasado, el juez Claudio Bonadio sacudió la escena política y judicial cuando ordenó allanar Hotesur, la empresa que administra Alto Calafate, uno de los hoteles que posee Cristina. Desde el gobierno salieron de inmediato a despegar a la presidenta del tema: Capitanich sostuvo que la “operatoria” de la empresa es transparente, mientras el piquetero Luis D’Elía propuso “clavar en una pica la cabeza de Bonadio” (“simbólicamente”, aclaró). Ayer, los canales oficiales de difusión de la Casa Rosada sostuvieron que "resulta absurdo que transformen en materia de denuncias la demora de un trámite administrativo". Tanta desmentida oficial llevó a algunos a esperar una mención de la primera mandataria, pero eso no ocurrió, aunque sí habló de los “caranchos judiciales” en referencia a los “fondos buitre”.
Impuesto a las ganancias: Junto al bono de fin de año, la suma del mínimo no imponible para esta tasa es un reclamo que comparten sindicatos oficialistas y opositores. Esta mañana, Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, pidió que no se pague ganancias sobre el medio aguinaldo. Y Hugo Moyano, titular de la CGT Azopardo, convocó a un paro nacional de tres horas que “podría extenderse a todo el día” para el jueves 27 de noviembre. "Acá aparecen conflictos con otras fuerzas políticas que te dicen que tenes que bajar el impuesto a las ganancias, porque ¿cómo hacemos para financiar todo esto si no cobramos impuestos?", señaló Cristina en el discurso de hoy. ¿Definiciones sobre el reclamo? Bien, gracias.
El pasado “setentista” de Néstor: Julio Bárbaro, histórico militante peronista y titular del COMFER durante la presidencia de Néstor Kirchner, publicó esta semana Cuando Néstor no era K, un polémico libro que cuestiona el relato de la militancia del expresidente. "En política nunca estuve con Néstor porque él no era peronista. Nunca fue peronista. Eso que contó al asumir la presidencia en 2003, cuando dijo que lo secuestraron en La Plata, que lo tiraron en un zanjón, es todo mentira. Jamás estuvo preso, a él nunca lo tocaron", son algunas de sus frases más polémicas. También tuvo menciones para la presidenta: "En la entrada del estudio jurídico de Néstor, la placa sólo llevaba su apellido: 'Dr. Kirchner'. Cristina nunca figuró como abogada". En otras ocasiones, como en épocas de la polémica sobre sus estudios con Daniel Sabsay, la mandataria respondía elípticamente o con ironías. Esta vez, directamente, no hubo mención del tema.