Concluida la semana en la que declaró el valijero Guido Antonini Wilson, el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, aseguró que las imputaciones realizadas por el testigo protegido del FBI no complican para "nada" al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El jefe de la cartera política volvió a reclamar la extradición del ciudadano venezolano nacionalizado estadounidense.
"...Qué complica al Gobierno, nada, cero. Estamos en presencia de un mequetrefe de alquiler", afirmó Aníbal F., en alusión al valijero, en un diálogo con radio Mitre recogido por la agencia DyN. El ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos solicitó la extradición de Antonini para que "abra la boca y diga todo lo que tenga que decir por el delito que cometió".
Fernández opinó que Antonini Wilson "es un señor que dice lo que se le ocurre, que inventa y acomoda las cosas conforme a lo que le sirva para su cometido". Y agregó: "No tuvo empacho en aceptar una carta que le redactó el FBI para firmarla y mandársela al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para pedirle 2 millones de dólares e involucrarlo en la situación", consideró.
En Miami se está realizando el juicio contra Franklin Durán, el ex amigo de Antonini Wilson, bajo la acusación de actuar como supuesto agente secreto de Venezuela, ingresando a Estados Unidos sin declarar su condición de pertenecer a servicios de inteligencia.
"El juicio es porque ingresaron agentes sin autorización, es un problema de los Estados Unidos y no nuestro. Pedimos la extradición y deberían enviarlo a Antonini", recalcó Fernández. El ministro calificó de "barbaridades" las declaraciones del valijero, quien "abre el abanico de posibilidades de mugre".
El fiscal norteamericano Thomas Mulvihill busca probar que un grupo de agentes venezolanos operó en Estados Unidos sin permiso y presionó a Antonini Wilson para que no revelara que los casi 800 mil dólares viajaban a la Argentina para financiar la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner.
El grupo estaba integrado por Duran, sus conciudadanos venezolanos Carlos Kauffmann y Moisés Maionica, el uruguayo Rodolfo Wanseele, y un supuesto agente de inteligencia venezolano Antonio José Canchica que está prófugo. De ellos, sólo Duran enfrenta el juicio (el resto se declaró culpable), mientras que Antonini llegó a un acuerdo con la Fiscalía a cambio de colaborar con el FBI.