No será Cristina Kirchner quien anuncie las candidaturas de su espacio. No habrá un mensaje a través de sus redes ni una primera bendición con una foto. Esta vez, el kirchnerismo buscará mostrar que las postulaciones no sólo dependen del dedo de la vicepresidenta, sino que responden a la decisión en conjunto del espacio que representa. Por eso, los mensajes que comenzaron a lanzar algunos intendentes pueden ser la señal de que Axel Kicillof finalmente vaya por la reelección.
El primero en salir fue Mario Secco, intendente de Ensenada y armador del operativo “CFK 2023”. El jefe comunal aseguró que Axel Kicillof tiene el apoyo “del 90% de los intendentes” para postularse para un segundo mandato. Pero la jugada no fue solitaria e inmediatamente lo acompañaron otros jefes comunales del peronismo bonaerense.
Secco aseguró que Kicillof tiene el apoyo del 90% de los intendentes para la reelección
“Somos muchos los intendentes que vemos en Kicillof la única opción para seguir construyendo una provincia con identidad”, escribió Fabian Cagliardi. Esta declaración no sorprende ya que el alcalde de Berisso es un ahijado político de Secco. Lo que sí generó desconcierto es que este jefe comunal haya recibido a la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz en su despacho para luego participar de un acto. Algunos dicen que el apoyo público tiene que ver con saldar esa movida.
Al pedido de reelección de Kicillof se sumaron también Julio Zamora (Tigre), Gustavo Barrera (Villa Gesell), Jorge Paredi (Mar Chiquita), Diego Nanni (Exaltación de la Cruz), Daniel Stadnik (Carlos Casares), Gustavo Cocconi (Tapalqué) y Ricardo Moccero (Coronel Suárez).
“Detrás de esto veo más una movida de Axel que de Cristina”, dice un conocedor de los movimientos de los jefes comunales. No salió, por ahora, ninguno de los intendentes del conurbano que suelen cumplir las órdenes de Cristina Kirchner. “La verdad es que nadie sabe nada”, admite otro importante dirigente que responde a la vicepresidenta, pero al ver los nombres de los jefes comunales también evalúa que “los que salieron son los de Axel”.
La estrategia electoral del kirchnerismo se define por estas horas en el sur. Cristina y Máximo Kirchner evalúan las distintas alternativas para enfrentar en una interna a Daniel Scioli. No tienen dudas de que ganarán la interna, pero buscan hacerlo por un amplio margen. Por eso, la discusión de que sea el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro no está saldada. La posibilidad de que Axel Kicillof vaya por la presidencia no está descartada. El gobernador bonaerense no recibió ningún llamado de su jefa política para ordenar el debate interno. No aprobó su reelección pero tampoco le avisó que podría ir por la carrera presidencial, tal como insiste Máximo Kirchner.
Máximo K y Massa evalúan la alternativa del gobernador a la pelea presidencial
“Si queres ganar la provincia de Buenos Aires, ponelo a Axel de candidato a presidente”, dijo uno de los intendentes del conurbano ante PERFIL. Tampoco nadie lo llamó para subirse al operativo clamor por un segundo mandato de Axel Kicillof en la provincia. Los ocho tramos que tendrá la boleta en el territorio bonaerense hacen pensar que la candidatura que generará más arrastre es la del Presidente. “Mirás la primera parte de la boleta o la última”, dice un jefe comunal. Habla de la foto del candidato a presidente y de la imagen del intendente que va sobre el final.
No hay dudas: dentro de los dirigentes del kirchnerismo quien tiene mejor imagen e intención de voto tiene es Kicillof. La discusión sobre el lugar que ocupará no tiene que ver con sus chances electorales sino con el peligro a perder el bastión bonaerense en caso de correrlo de lugar. “Las alquimias electorales nunca terminan resultando y el votante te lo hace saber en el cuarto oscuro”, dicen desde su entorno. El gobernador quiere ir por la reelección y aún no escuchó a nadie que lo convenza de lo contrario. No sólo hay detrás una movida de Máximo, Sergio Massa también repite el nombre de Kicillof para la nacional en caso de no ser él.
Desde La Plata aseguran que se trata de una doble jugada del ministro de Economía: busca que Daniel Scioli se baje ante un candidato fuerte como el gobernador pero también ya busca otro interlocutor para negociar cargos y caja en la próxima gestión. Con Kicillof no le fue bien.