De La Plata a Olivos o de Olivos a La Plata. El orden de los destinos, en este caso no cambió la mañana del sábado para el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien ayer tal como adelantó PERFIL, se reunió con el presidente, Alberto Fernández.
Fuentes de Gobierno confiaron que AF y su ministro repasaron la discusión parlamentaria por el acuerdo con el FMI que mañana comenzará su derrotero en el Senado. Ambos también conversaron sobre el breve y reciente viaje del titular del Palacio de Hacienda por los Estados Unidos donde participó en Houston de un seminario sobre energía y buscó mejores condiciones para importar gas, un insumo que trepa por las nubes tras la guerra en Europa.
El lunes, Guzmán pasará por el Senado para informar sobre el acuerdo con el FMI. Allí esta vez zafará del momento incómodo de tener que defender “el ajuste” como le reprocha La Cámpora. De todos modos, no será del todo mérito propio. Al haber quedado afuera del texto aprobado en la Cámara de Diputados el contenido vinculado al programa económico, Guzmán (quien no por eso deja de pagar un alto costo político), evitará al menos ese trago amargo. Sí, en cambio, podrá, ensayar críticas al legado recibido del gobierno anterior.
De todos modos, desde la oposición se ocuparán de recordarle algunos números que flaquean. Por ejemplo, la inflación que el ministro calculó en 33% para todo este 2022, pero que en solo dos meses ya rozaría el 10%. El martes el Indec dará a conocer la suba de precios de febrero. En el mejor de los casos repetiría el 3,9% de enero pasado, según las consultoras privadas que también pronostican un repunte en marzo en torno al 5%. Eso pondría la meta inflacionaria de solo 60 días en los niveles que la mayoría de los países acumulan en todo un año, aun cuando la pandemia primero y la guerra en Europa después provoca aumentos en los precios internacionales.
La semana próxima hay que pagar cerca de 3 mil millones de dólares
Volviendo al acuerdo con el FMI, el oficialismo en el Senado promete trámite exprés para esta misma semana, el jueves. Es que desde el Gobierno quieren mostrarle al Fondo Monetario que hicieron los deberes, al menos en lo referido a la ratificación del Congreso para refinanciar la deuda.
Los apura la fecha en la que hay que pagarle casi 3 mil millones de dólares al organismo internacional de crédito: será el 20 de este mes, justo el próximo domingo.
Antes de eso, el staff del FMI deberá también dar su aprobación, un trámite tal vez más complejo porque, en este caso, depende menos de lo político y más de los detalles técnicos sobre la macroeconomía argentina.
Cuando todo eso ocurra, llegará el primer desembolso de casi 10 mil millones de dólares con los que Argentina cuenta para poder afrontar el vencimiento de este mes.
Los tiempos se presentan más tiranos que nunca por eso, hay quienes recuerdan que si no se pudiera pagar en fecha, como el entendimiento está en curso, no se “gatillaría” para el país el estado de default.
En cualquier caso, el Gobierno prefiere que la demora en los tiempos quede del lado del Fondo, más que en el territorio parlamentario.
No quiere decir que dentro de la coalición gobernante no estén “cortando clavos”. Por eso, tal vez, cuando hay que enfrentar momentos decisivos, es necesario volver a los afectos para recargar energía. Y Guzmán, quien enfrenta, además, nuevos rumores en torno a una eventual renuncia, ayer también se hizo un rato para visitar a su familia en La Plata. Nada más reparador que los mates maternos o incluso los paternos cebados por el “Topo”, el profesor de tenis.
