El suicidio del sacerdote Eduardo Lorenzo, ex confesor de Julio César Grassi y acusado de al menos cinco abusos sexuales a niños y adolescentes, causó reacciones dispares. Mientras algunos referentes de la Iglesia expresaron su pena ante el deceso, familiares de las víctimas y el abogado que llevaba adelante las denuncias en su contra lamentaron que se muriera sin recibir una pena judicial.
El arzobispo de la ciudad de La Plata, Víctor Manuel Fernández, hombre de confianza del Papa Francisco, publicó en el sitio web del arzobispado una carta en la que expresó su pesar por la muerte del cura y sostuvo que la razón del suicidio fue la presión que sintió en los últimos meses.
“Queridas hermanas y hermanos de la Comunidad arquidiocesana, ante la muerte de nuestro hermano Eduardo Lorenzo, que se quitó la vida después de largos meses de enorme tensión y sufrimiento, solamente nos cabe unirnos en oración por él para que el Dios de la vida lo reciba en el amor infinito”, expresó Fernández.
“El mismo Señor nos ayudará a comprender algo en medio de este misterio oscuro, y nos enseñará algo aún a través de este dolor. Los abrazo a todos con afecto en Cristo”, concluyó el arzobispo platenses en su misiva. Paralelamente, Francisco dispuso este martes 17 de diciembre la abolición del secreto pontificio para denuncias de presunto abuso sexual cometido por sacerdotes.
Solamente nos cabe unirnos en oración por él para que el Dios de la vida lo reciba en el amor infinito, dijo Fernández
En diálogo con el programa que conduce María O’Donell por radio Metro, el abogado de la querella, Juan Pablo Gallego, consideró que el cura Lorenzo se quitó la vida ante la orden de arresto que se emitió en su contra: “Un final previsto en cierto modo, en parte por un informe pericial que estaba hace más de una semana y era ignorado por las autoridades judiciales que tenían que aplicar la medida de detención. Yo concluyo que esta persona dejó de ser útil para los poderosos que lo encubrieron”.
“Sospechosamente hoy muchas personas respiran aliviadas, que lo encubrieron y aquellos que protegieron por todos los medios el avance de la causa”, remarcó el letrado. Consultado por la carta del arzobispo de la Plata, Gallego la calificó de “increíble” y consideró que el estado de tensión al que se refiere Fernández es precisamente el suyo y no el del cura Lorenzo.
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“Yo creo que la enorme tensión es un fallido en donde el arzobispo se refiere a él mismo. Creo que él desarrolló ingentes esfuerzos e interferencias en la causa judicial mucho menos sutiles que su predecesor y hasta último momento, con lo cual su nivel de exposición sabiendo que esta persona era culpable y sabiendo las atrocidades que había provocado, evidentemente le provocaban la enorme tensión a la que él mismo refiere y el alivio”, manifestó.
Con respecto a esta cuestión, amplió. “Creo que hay un intercambio final de favores: la persona que pasó de ser una solución a ser un problema decide irse y la persona que estaba conviviendo con la enorme tensión de haberlo encubierto lo celebra como un héroe”.
La Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina, ante la noticia del suicidio del cura Eduardo Lorenzo ...
Posted by Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina on Monday, December 16, 2019
Por su parte, la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina emitió un comunicado en el que lamentó que el cura Lorenzo falleciera sin haber sido condenado por los delitos que cometió. “La muerte no repara el daño. Lo único que repara el daño causado a las víctimas es la JUSTICIA”, indicaron desde la entidad.
Asimismo, remarcaron que la muerte del cura Lorenzo “confirma que los sobrevivientes dijeron y dicen siempre la verdad”. “Todo lo que hemos dicho hasta aquí fue posibilitado por la DILACIÓN de la JUSTICIA intolerable para los Sobrevivientes y por la MANIOBRA de SU DEFENSA, que permitió que permaneciera libre a pesar del pedido de prisión”, lamentaron.
B.D.N./FeL